Sólo uno de cada cuatro rellenos sanitarios que existen en Puebla cumplen con la normativa federal para operar sin riesgos de generar contaminación, según se advierte en un informe del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim).
En función de solicitudes de información y documentos tanto del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en la entidad existen al menos una centena de depósitos de desechos sólidos municipales.
El Cenapred identificó que 24 sitios cumplen con la NOM-083-SEMARNAT-2003, lo que representa el 24.74 por ciento del total de los sitios identificados en la entidad poblana, una proporción de uno de cada cuatro.
Sin embargo, se identificaron seis sitios más que no cuentan con geomembrana ni con la captura de lixiviados, por lo que “resulta deficiente la valoración de que cumplen con la normativa, remarcando el ejemplo del sitio que se ubica en el municipio de Izúcar de Matamoros el cual tiene deficiencias, lo que genera riesgo de contaminación”.
Además el Cenapred identificó nueve sitios de disposición final de residuos sólidos urbanos de “riesgo alto” en la región Sierra Norte, cuatro en la región Mixteca, tres en la región Tehuacán y Sierra Negra y un sitio en las regiones Sierra Nororiental, Valle Serdán y Valle de Atlixco y Matamoros.
Tan solo 12 sitios tienen monitoreo de aspectos en higiene y seguridad de acuerdo con Semarnat, Aunque el Cenapred identificó 17.
A su vez se advirtió que seis rellenos sanitarios se encuentran clausurados: Cuetzalan, Huejotzingo, Quecholac, Tehuacán, Tepanco de López y Tepeaca.
Mientras que dos rellenos sanitarios tienen un período de vida por finalizar: Atlixco y Chalchicomula de Sesma.
El Igavim recomendó en general buscar alternativas de compostaje y separación de residuos para el mejor aprovechamiento de los rellenos.
En el caso de los sitios clausurados, deben tener el saneamiento adecuado, para definir si es posible aprovechar el biogás y remediar las condiciones del sitio impactado en su momento y evitar con esto, contaminación en los mantos freáticos de las comunidades cercanas.
“El problema en el control de los residuos sólidos urbanos día con día se vuelve más complejo no solo en el aspecto ambiental sino también en lo social y de salud pública, ya que en general, no se tiene una trazabilidad y seguimiento ordenado entre las diferentes esferas gubernamentales y los municipios no cuentan con un Programa de Gestión Integral de los Residuos Sólidos vinculado con los impactos negativos acumulativos y residuales, lo que limita su eficiencia”, concluyó.
Foto: Esimagen
gse