¿No podría Jorge pedirle a su asesorada que recuerde aquello del Tractatus logico-philosophicus de Ludwig Wittgenstein: “De lo que no se puede hablar hay que callar”, expresión que en el Círculo de Viena se utilizaba, para no caer en misoginia, en vez del más contundente aforismo socrático: “Cállate chachalaca”.

Y es que si Xóchitl sigue abriendo la boca para equivocarse por no tener idea de lo que dice, su desventaja en relación a Sheinbaum, que ya es enorme, en vez de disminuir un poquito, crecerá y crecerá.. y crecerá.

Jorge debe silenciar a su pupila que se ha equivocado ya demasiadas veces:

• Primero con la mencionada puntada de decir que continuará con la guerra de Calderón. ¿No se da cuenta Xóchitl que el estratega y operador de esa guerra fue Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos acusado de haber colaborado con el crimen orgizado?
• Dijo que la gente de Chiapas no trabaja. Cuando se le vino el mundo encima por insultar a la gente de esa entidad, Xochitl en vez de disculparse, como lo habría hecho cualquier persona honorable, se defendió con un eufemismo: “Me sacaron de contexto”. Eufemismo de “vaya pendejada que me aventé”.
• Se puso el saco cuando Beatriz Paredes criticó los liderazgos carismáticos e iluminados. No solo se puso el saco, sino que, siempre dispuesta a elogiarse a sí misma —lo que ya cansa a las audiencias—, Xóchitl Gálvez dijo que ella carismática sí es, pero que no la critiquen por eso.
• Se volvió a poner el saco cuando Beatriz habló de corrupción. La priista no se refería a su rival panista, pero Xóchitl se ofendió.
• Xóchitl culpó a Morena, y no así misma, de que Beatriz la haya empatado en las encuestas.
• Como dijo Juan Ignacio Zavala, hay demasiada autorreferencia en el discurso de Xóchitl: “Y, si bien es cierto que al principio su discurso –o ‘narrativa’– se centró en sus orígenes y su superación, lo cierto es que sigue atrapada en su propia gelatina. Y de ahí no ha salido. Por eso con Xóchitl se escucha mucho el ‘yo’ y casi ningún ‘nosotros’…”.
• Si ya cansa el recuerdo de su historia de superación, ayer en el debate de Léon, Guanajuato de plano se vio antipática al presumir que en la escuela primaria ganó un concurso de matemáticas. No venía al caso tal muestra de envanecimiento. Digo, ni que hubiera recibido la Medalla Fields.