San Pedro Cholula, Pue.- A pesar de que un gran número de políticos se sumaron a las actividades del trueque, declarado Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Puebla, la actividad no perdió su esencia y miles de comerciantes pudieron hacer el intercambio de productos tal y como lo realizan desde hace años.
Con nueces, manzanas, cestería, madera, barro y hasta cuetlas -orugas para deleitar el paladar con un platillo prehispánico rico en proteínas y vitaminas-, cientos de comerciantes tomaron la Plaza de la Concordia para representar esta milenaria práctica, la cual en este año tuvo un motivo especial ya que se conmemoró su nombramiento como Patrimonio intangible del Estado.
La declaratoria motivó a más de 400 comerciantes a acaparar la Plaza de la Concordia.
Los primeros rayos del sol testificaron la vendimia; artesanos fueron los primeros en llevar a cabo esta milenaria práctica intercambiando kilos de manzana por cestos o por jarritos de barro para disfrutar su café o agua.
Hoy causó molestia entre los participantes la colocación del domo, mismo que restó para muchos de ellos espacio, sin embargo, para otros más, les ayudó para no tener que estar bajo el rayo del sol.
“Toda la familia ha estado aquí por años, yo nací con el trueque, mis primeros recuerdos fueron de estar aquí, vendiendo e intercambiando con mi familia, hay años muy buenos otros malos. Hoy, estamos viendo que nos vaya bien, ya intercambié algunas prendas, y cosas que se requieren para el hogar”, dijo uno de los participantes.
En esta ocasión, se estimó que más de 20 mil personas fueron las que estuvieron a lo largo del día en este intercambio, disfrutando de la práctica.
Horas más tarde sólo buscaban llevar un recurso a sus hogares, “hoy sólo nos dejan un día, antes estábamos hasta 15 días vendiendo, hoy vendamos o no, por la noche nos tenemos que retirar”, señaló María.
El trueque se vivió de forma diferente en este año, ya que políticos como Alejandro Armenta, Tonantzin Fernández, Abundio Sandre, Blanca Alcalá fueron quienes se dieron cita para participar en este intercambio, el cual a pesar de todo mantiene su esencia.
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