Lo han ‘matado’ unas 10 veces. Pero esta semana aprobaron los primeros ETFs de bitcoin y se llenó de vida. ¿Qué rayos significa eso y por qué ahora vale todavía más?
Ustedes ya se enteraron de que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) aprobó oficialmente el miércoles los ETF spot en cuestión.
Serán 11 fondos cotizados en bolsa los que permitirán a ustedes acceder a la criptomoneda más grande del mundo, a través de empresas que pueden generarles un poco más de confianza que, digamos, esa casa de cambio que fue FTX, cuyo fundador está en la cárcel.
Digamos que comprar bitcoin se parecerá más a ir al McDonald’s a comprar un combo, que a tramar algo que sinceramente podría hacer mejor un hacker.
Grandes actores como Fidelity, Ark Investments y BlackRock estuvieron entre los primeros solicitantes aprobados por la SEC. Vayan a su banco de siempre y ahí les explican, pero en lo que eso sucede, ahora que puede entrar más gente al mercado de este criptoactivo conviene revisar algunas cosas.
Los ETFs
Las siglas corresponden a las palabras Exchange Traded Funds, o en español: Fondos Negociados en Bolsa.
Existen un montón. Son instrumentos que ustedes adquieren para invertir en acciones de empresas mexicanas, estadounidenses o casi de cualquier país. También hay de pagarés o bonos de naciones… vaya, son efectivamente una suerte de ‘combos’ intangibles.
Cuando los adquieren, su dinero tendrá la suerte de lo que haya dentro de su ‘cajita feliz’.
¿Contiene acciones de Apple, Amazon y Microsoft? Si le va bien a esas compañías, ustedes tendrán recompensa. Un ETF útil para ello es Invesco (QQQ) Trust Series 1.
Perdonen los nombres horribles, no los ponen los mercadólogos, generalmente. Pero búsquenlo en internet, verán que incluye el índice de las empresas más relevantes de las empresas de Nasdaq.
¿Por qué conviene un ETF? Porque ustedes ponen sus huevos en muchas canastas, en lugar de hacerlo en una sola acción o empresa. No serán propietarios de las acciones, esa es la diferencia.
¿Prefieren algo más doméstico? Quizás les conviene buscar el iShares MSCI Mexico ETF (EWW). Si le va bien al Diablo, ustedes ganan. A José Antonio Fernández Carbajal, presidente de FEMSA, claro.
¿Hay un ETF de bitcoin?
Ése es el punto. La marca de ETFs iShares es propiedad de BlackRock y anteriormente, del enorme grupo inglés Barclays. Si ustedes confían en esas compañías, pueden hacer la inversión a través de éstas. Esta semana surgió el iShares Bitcoin Trust (IBIT).
Sirva una referencia: ustedes que están afiliados al IMSS ya están invirtiendo en ETFs a través de su Afore, pues los fondos de retiro de trabajadores del mundo son los principales inversionistas en esos productos.
Si no les gusta BlackRock, ahí está Fidelity o Ark Investments. Al final, lo más probable es que puedan resolverlo a través de grupos financieros mexicanos. Ojo, no tendrán bitcoin, sino un documento que aumenta o reduce su valor en función de cómo se comporte ese activo.
Lo más importante es entender cómo es posible que el bitcoin haya sobrevivido desde 2009, pese a escándalos provocados por criptomonedas fraudulentas y la caída de “casas de cambio” virtuales, justamente como FTX.
He dicho antes y repito: el valor del bitcoin o de otras, como Ethereum, está en su infraestructura. Es decir, el mayor valor no está en el tren, sino en las vías, en la cadena de bloques o blockchain que hacen ciudadanos del mundo involucrados en esos procesos.
Sin intervención de bancos o de gobiernos, la gente hace tratos. Eso tiene valor.
¿Cuándo va a perder su valor el bitcoin? Es imposible decirlo. El año pasado se apreció 55 por ciento.
Columna Parteaguas de Jonathan Ruiz en El Financiero
Foto El Financiero
clh