La plástica mesoamericana se manifestó en diferentes ámbitos, como la pintura mural, la escultura o la alfarería, con las cuales el artista proponía una interpretación y materialización de la cosmovisión de su cultura.
El arte mixteco, cuya población habita la región occidental del estado de Oaxaca y parte de los estados de Guerrero y Puebla, está estrechamente relacionado con la religión y el culto.
En la conferencia Análisis osteocultural de los cráneos de individuos decapitados encontrados en el barrio de Santiago Mixquitla, Cholula, Puebla e interpretación del diseño que presentan las vasijas que los contenían, dictada por los investigadores del Centro INAH Puebla, Zaid Lagunas Rodríguez, y de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Erik Chiquito Cortés, se reveló que dichos objetos están vinculados a la tradición mixteca.
El material analizado proviene de una excavación arqueológica, realizada en 1981, en la cual se encontró un entierro con 15 cajetes que contenían 14 cráneos humanos y uno de venado cola blanca, en el barrio de Santiago, uno de los más antiguos de Cholula, en Puebla, a un costado del Templo de San Miguel.
La exploración fue dirigida por la arqueóloga Beatriz Leonor Merino Carrión, en cuyo equipo participaron la y los investigadores Ángela González, José Luis Romero y Román López.
El estudio osteológico de los restos óseos fue realizado recientemente por Lagunas Rodríguez, mientras que para la interpretación iconográfica se solicitó la colaboración de Chiquito Cortés.
La ponencia se presentó como parte de las actividades de clausura del primer coloquio sobre la “Formación del Tlahtocáyotl. In Cemanáhuac Tenochca Tlalpan”, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el cual tuvo lugar en el Museo Nacional de Antropología, el 25 de julio de 2024.
El análisis cerámico, refirió el investigador de la BUAP, reveló que el material está vinculado al periodo Posclásico Temprano (900-1200 d.C.), temporalidad poco estudiada en la región, y que todos los cráneos decapitados fueron colocados en un mismo momento.
Aunque gran parte del material cerámico estaba en malas condiciones de conservación, destacó, se observó que tenían representaciones de montañas, cuevas, una isla o islote y ríos. La iconografía presenta volutas, líneas ondulantes, grecas y bandas en color negro, elementos asociados al agua y su movimiento, pertenecientes a la tradición plástica mixteca de Puebla. Asimismo, se observaron dos tipos de cajete, uno trípode y otro con base plana.
En la conferencia, transmitida por INAH TV, el historiador del arte puntualizó que los cráneos representan los llamados “huesos semilla”, los cuales eran utilizados como ofrendas en rituales asociados con la agricultura.
“Esto indica que la intención fue crear vasijas escenarios, las cuales eran ofrecidas a un espacio geográfico, en este caso acuático, probablemente, de agua dulce, vinculado a la actividad agrícola, de esta manera se establecían paisajes sacralizados”, anotó.
Este tipo de cerámica, agregó, que tiene una intención de representar paisajes y geografías, tampoco ha sido ampliamente estudiada en Cholula.
Respecto al análisis de los restos óseos, el investigador emérito del INAH, Zaid Lagunas Rodríguez, detalló que algunos de los cráneos presentaban cortes en las vértebras cervicales, indicio de que fueron decapitados.
En el cajete 12, resaltó, se encontró una navaja de obsidiana debajo del atlas del cráneo, lo que refuerza dicha teoría y revela la herramienta utilizada para tal propósito.
Se piensa que algunos de estos cráneos se hirvieron, porque presentan una textura cerosa y cambio de coloración. Todos presentan modificación craneal tabular erecta, concluyó.
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Foto: Especial
cdch