“Somos rehenes de bandas delincuenciales.”
JULIO ALMANZA
El empresario Julio César Almanza Armas fue asesinado. ¿Su “delito”? Denunciar que el cobro de piso se había convertido en “deporte nacional” en México. No pasaron 24 horas de su declaración cuando lo balearon.
El empresario y presidente de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo había invitado a comerciantes de Tamaulipas a denunciar los delitos que más los afectan, a acercarse a las distintas cámaras y confederaciones y a no permitir que continuaran las extorsiones.
La ola de violencia local, de atracos y del crimen que él reportó se llevó su vida.
Pero no es la única. El día de ayer, 30 de julio, en el actual sexenio suman ya más de 194 MIL muertos producto de la delincuencia (para que se den una idea, es el equivalente a habitantes de toda la isla de Samoa o de Santa Lucía).
¡Cuántas ausencias caben en un país! ¡Cuánta sangre derramada! Y muchas de estas atadas a la reticencia a aceptar que la violencia se incrementa, que la estrategia de la administración de combate al crimen no es la adecuada, que los abrazos conferidos a los delincuentes no sirven.
El asesinato Almanza Armas tuvo un propósito: callar a quien denunciaba los altos niveles de extorsión en los comercios. De acuerdo al informe de la Cámara de Comercio Americana de México dado a conocer también apenas ayer, seis de cada 10 empresas se están viendo algo o muy afectadas por la delincuencia. Ese número, aunque ha disminuido en años recientes, sigue siendo estratosférico. Y más habiéndolo tenido que soportar ya durante casi un sexenio.
Ligado con lo anterior, apenas hace un par de días supimos que han cerrado decenas de tiendas OXXO en Tamaulipas, ello siendo incapaces de hacer frente al cobro de piso.
¿Quién será el valiente que a partir de ahora quiera tomar la estafeta de Almanza y señale al crimen? Pero lo principal, ¿cuándo será que la autoridad local y federal “metan sus narices” en lo que sí deben? ¿Cuándo harán frente a la violencia y dejarán de culpar a Felipe Calderón? especialmente ahora que estamos tan solo a dos meses de que termine el sexenio; ¿cuándo comprenderá que es necesario que SÍ meta sus narices en los temas que le duelen a México, en lugar de perder el tiempo para hacer eventos con Youtubers?
Aquí, en México debe meter sus narices y hacer algo para parar esta violencia que azota y mata a tantas personas inocentes.
En lugar de perseguir delincuentes, el gobierno persigue y acosa a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Aquí, señor presidente, meta sus narices, porque ya no caben más ausencias en nuestro país.
Giro de la Perinola
- En la mañanera de ayer se enojó López Obrador y pidió “que nadie meta las narices en Venezuela”, refiriéndose a quienes cuestionan los resultados que da el oficialismo e incluso denuncian fraude en las elecciones del domingo pasado para que Nicolás Maduro continúe en un tercer periodo.
- López Obrador sostiene que nadie debe meter “las narices” en los procesos políticos de otros países. Entonces, ¿por qué se metió a comentar cuando destituyeron a su amigo Pedro Castillo en Perú?, ¿por qué comentó sobre las elecciones en Ecuador, Argentina?, ¿por qué mandó por Evo Morales en un avión de las Fuerzas Armadas)? ¿O por qué “sugirió” NO votar por un candidato en los Estados Unidos? Eso sí que es meterse en lo que no debe… Lo realmente absurdo es que él acusara a la OEA de injerencista…
¿Por qué López Obrador mete sus narices en todo lo que no le concierne? Seguramente porque se siente con “autoridad moral”…
Columna de Verónica Malo en SDP Noticias
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