Puebla, Pue.- La temporada de la elaboración de los molletes, inició desde finales de junio y termina a mediados de septiembre, este postre único y tradicional surgió en la época colonial a la par de la creación del Chile en Nogada, por lo que suelen venir acompañados en esta temporada.
Este dulce típico está hecho a base de un pan relleno de crema pastelera con coco y ron, bañado de dulce de pepita, en la Fábrica de Dulces Típicos Poblanos Charito lo podrán encontrar en dos tamaños, chico y grande por solo 50 y 75 pesos.
De esta manera, el mollete poblano es un preparado dulce cuya receta se ha guardado misteriosamente entre los antiguos artesanos que hacen este postre, que se supone de origen conventual.
Es un pan relleno de crema pastelera, bañado con una capa delgada de dulce de pepita de calabaza y mide unos 13 cm de diámetro y 5 en su parte más alta.
La receta del pan celosamente guardada está hecha de harina de trigo, levadura, sal, azúcar, huevo y mantequilla. La masa terminada se parece mucho a la del pan de dulce que generalmente reconocemos como “concha”; de hecho, la forma del pan también es similar. Una vez logrado el pan, se rebana por la parte de arriba para sacar una especie de tapa.
Además, se le saca el relleno, por lo que queda vacío por dentro, entonces se rellena con una crema pastelera principalmente hecha con leche, yemas de huevo, mantequilla, azúcar, fécula de maíz, vainilla y coco rallado, por eso también lo llaman “mollete de coco”.
Finalmente se tapa y toda la superficie se cubre con el glasé antes mencionado de pepita de calabaza finamente molida. El acabado final es intrigante, pues el comensal nunca ve por donde fue relleno el pan.
Es postre se comienza a vender en el tercer domingo de junio hasta el 15 de septiembre con las celebraciones de las fiestas de Independencia, aunque en los últimos años se ha extendido hasta los primeros días de octubre.
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