Puebla.- Después de un encierro de más de tres años, el exgobernador del estado de Puebla, Mario Marín Torres, abandonó el Penal del Altiplano gracias a que una jueza le concedió la medida de prisión domiciliaria.
De tal manera, Marín Torres abandonó el penal del Altiplano en el Estado de México y fue conducido a su domicilio en la Ciudad de Puebla, donde continuará enfrentando los procesos legales en su contra por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho.
Cabe recordar que Mario Marín fue detenido en el mes de febrero del 2021 en Acapulco, Guerrero, acusado del delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho Ribeiro; y de acuerdo con Araceli Aranda, la abogada de Lydia Cacho, Mario Marín ya está en su casa en Puebla.
La litigante en entrevista con MILENIO y a pregunta expresa dijo: “tengo entendido que sí. Mario Marín ya está durmiendo en su casa”.
Es así que Mario Marín ya salió de prisión y permanecerá bajo resguardo domiciliario, en su casa ubicada en la colonia Xilotzingo de la ciudad de Puebla. Fue minutos después de las 16:00 horas de este martes 12 de agosto cuando salió del Penal de Máxima Seguridad del Altiplano.
Pese a la gravedad de las acusaciones que pesan sobre el exmandatario de Puebla, una jueza de Quintana Roo determinó que Marín puede continuar su proceso judicial en libertad.
Fue la jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez, del Segundo Distrito de Quintana Roo, quien ordenó la liberación de Marín en una audiencia realizada del pasado sábado 10 de agosto donde determinó que el exgobernador no representa un riesgo para justificar la prisión preventiva, optando por modificar las medidas cautelares en su contra.
Ante esta situación, la abogada de Lydia Cacho señaló que no entendió el porqué de la liberación de Marín Torres, debido a que la autoridad ya había determinado que era un líder negativo dentro de la misma prisión.
Conforma a la resolución de la jueza, Mario Marín debe pagar una multa de 100 mil pesos y podrá seguir su proceso desde su hogar. La liberación de Marín no implica su exoneración de los cargos que enfrenta.
Las acusaciones contra Mario Marín se desprenden de los hechos narrados en el libro Los demonios del Edén, publicado en 2005 por Lydia Cacho, donde la escritora expone una red de explotación sexual infantil en la que estarían implicados empresarios, como Jean Succar Kuri y Kamel Nacif Borge, este último conocido amigo de Marín.
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