No deja de ser sintomático de la perversidad del primer mandatario y de sus verdaderas intenciones el que tenga prisa para que se obligue al empresario a pagar sus impuestos, pero no para que el Poder Judicial atraiga y resuelva sobre la deuda de Segalmex por 16 mil millones de pesos.
O como el presidente y su partido hicieron de las suyas para evitar que Felix Salgado Macedonio fuera juzgado, pero ahora le permiten a este amenazar a la constitucionalista Piña con llevarla a juicio político.
Acto seguido, en una suerte de respuesta absolutamente forzada, la ministra presidenta (con A) admite el recurso de Grupo Elektra para impugnar un crédito fiscal de mil 431 millones de pesos por omisión de pago de impuestos en 2008 y el expediente se le turna a la ministra Yasmín Esquivel (afín a López Obrador) para análisis y resolución. En otras palabras, dentro de la fuerte presión que se da entre poderes de la Unión (que ha incluido adjudicarle actos de posible corrupción), ella dice: “que corra el debido proceso y se agoten todas las instancias legales, aunque eso no le guste a la Cuarta Transformación...”. Por cierto, hay que decir que los asuntos que antes ya se resolvieron a favor de Salinas Pliego fueron llevados por la ministra copiona, no por la ministra presidenta…
Seamos claros: los tiempos judiciales NO los determina la constitucionalista Piña, como López Obrador y sus fieles quieren hacer creer al respetable público. En la mañanera él presumió le mandó a Norma Piña diciéndole que se apure con el caso referido. Mas este debe seguir el proceso, las pautas y los tiempos requeridos. Hay instancias jurídicas que agotar, lo que evidentemente desea ignorar quien mandó dinamitar al Poder Judicial. En este juego de percepciones, desafortunadamente Norma Piña tiene todas las de perder. Parte de la narrativa de descrédito manejada por López Obrador y secundada por muchos, es que la podredumbre se encuentra instalada —y casi exclusivamente— en el Poder Judicial y no es así.
De hecho, a López Obrador y sus próximos legisladores de Morena no les basta la reforma. Quieren, desean y buscan aniquilar también en particular al personal, a las figuras, a los ministros y algunos jueces. Arbitrariamente meterlos a la cárcel, si es posible. Vale decirles: ¡qué se cuiden!
“Vuela esta canción
Para ti, Lucía
La más bella historia de amor
Que tuve y tendré
Es una carta de amor
Que se lleva el viento
Pintado en mi voz
A ninguna parte
A ningún buzón
No hay nada más bello
Que lo que nunca he tenido
Nada más amado
Que lo que perdí”