Es urgente articular la educación superior con el campo laboral para la población indígena, pues de otra forma se construyen falsas expectativas sobre este nivel educativo y se podría fracturar su alcance como una palanca social y de transformación para las personas y sus comunidades, consideró la directora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), Gabriela de la Cruz Flores.
Ante representantes de 21 instituciones de educación de Oaxaca, Chiapas, Puebla, Ciudad de México, Tabasco, Veracruz, Estado de México e Hidalgo, la doctora en Psicología explicó que por ello el Instituto a su cargo organizó el “Foro académico Perspectivas Interdisciplinarias sobre trayectorias de Jóvenes Indígenas en y más allá de la educación superior”.
El objetivo es realizar análisis crítico y sistemático de la enseñanza en ese nivel para los pueblos originarios, en particular en su trascendencia en las trayectorias e identidades de las y los alumnos indígenas en distintas dimensiones sociales.
Durante los trabajos del encuentro, realizado en el auditorio del IISUE, la investigadora recordó que la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2023, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reportó porcentajes reveladores sobre el acceso a educación superior para población indígena: solo 6.4 por ciento de hombres y 5.1 de mujeres han alcanzado ese nivel de escolaridad.
Agregó que la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2022 identificó que entre las principales problemáticas que enfrentan quienes tienen 12 años o más, destacan: falta de oportunidades para seguir estudiando (10.6 por ciento de personas) y de empleo (18.5 por ciento).
Por ello, los trabajos del Foro incluyeron cinco ejes temáticos: identidad e interseccionalidad; raza, racismo y discriminación; relaciones sociales; geografía, diáspora y migración; así como enseñanza superior en el contexto de la pandemia.
En ese sentido, De la Cruz Flores destacó que esos ejes permiten trazar problemáticas que ponen en riesgo el derecho a su educación y, con ello, una enseñanza plurilingüe e intercultural basada en el respeto, la promoción y preservación del patrimonio histórico y cultural que establece el Artículo Tercero de nuestra Constitución.
Asimetrías
En su intervención, la secretaria académica de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, Fiorella Mancini, estimó que de más de cinco millones de personas matriculadas en el país en educación superior 1.3 por ciento son hablantes de lenguas indígenas, por lo que es necesario revisar a partir de diferentes aristas su tránsito por ese nivel educativo, así como la importancia de la diversidad cultural en México, y en la UNAM en particular.
En representación del coordinador de Humanidades de la Universidad Nacional, Miguel Armando López Leyva, la también experta del Instituto de Investigaciones Sociales precisó: en México 19.4 por ciento de la población se identifica como indígena, mientras que 6.1 por ciento es hablante de alguna lengua originaria; de esta última cifra, 60 por ciento vive en localidades de menos de mil 500 habitantes.
Estos datos, comentó Mancini, respaldan la necesidad de centrar la mirada en este sector, impulsar iniciativas como el Foro y refrendar el compromiso de la Universidad Nacional, el Subsistema de Humanidades y el IISUE de generar conocimientos y aportar al análisis de las diversas realidades que integran a la sociedad mexicana.
Las y los jóvenes enfrentan asimetrías sociales, relacionadas con su edad, las cuales se suman a desigualdades culturales, socioeconómicas y de género, señaló la experta ante Michael Donnelly, investigador de la Universidad de Bath; Gunther Dietz, de la Universidad Veracruzana; y los coordinadores del Foro Jesús García Reyes y Judith Pérez Castro, ambos investigadores del IISUE.
Mancini apuntó que recientemente un estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social reveló que las desigualdades para la población indígena suponen exclusión y rezago acumulado históricamente, expresado en mayor incidencia de la pobreza, racismo, exclusión laboral, o marginación territorial, lo que deja al margen su acceso a mejores condiciones de vida.
En ese sentido, las universidades, en especial la UNAM, han asumido la responsabilidad de generar conocimiento y propuestas para cerrar las brechas. Los diversos gobiernos han tomado caminos, como las universidades interculturales, cuyo impacto es parte de las reflexiones en torno a la educación y los derechos de este Foro, puntualizó.
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Foto: UNAM
gse