El Museo de la Costa Oriental es una puerta al extenso panorama del cosmos maya, así como una propuesta dinámica, didáctica y visualmente expresiva que difundirá el conocimiento de esta cultura mesoamericana a través de acervos nacionales y réplicas de gran calidad.
Así lo comentó el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, al participar ayer en la inauguración del recinto construido como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), implementado por la Secretaría de Cultura federal, a través del INAH.
Durante dicho acto, encabezado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, el antropólogo Prieto Hernández declaró que, con esta apertura, se acredita que el Tren Maya es más que una obra ferroviaria.
“Estamos ante la reivindicación del sureste mexicano y de la península de Yucatán. El Tren Maya es justicia y desarrollo equilibrado, es progreso con igualdad y recuperación de la memoria histórica”.
El Museo de la Costa Oriental, aunó, se ubica en el Parque del Jaguar -también inaugurado durante el evento- y es el más grande de los recintos culturales del sistema del Tren Maya, con 1,200 metros cuadrados de superficie museable, más de 300 piezas originales y 50 reproducciones, 25 de estas al interior de las salas y 25 en exteriores.
El nuevo espacio aborda la historia del Caribe mexicano, desde el Pleistoceno Tardío (40,000 a 10,000 años antes de nuestra era), hasta la presencia de los mayas, de quienes se muestra su pasado arqueológico, el encuentro con las culturas europeas, sus resistencias y su actualidad.
El planteamiento curatorial, anotó el titular de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones (CNMyE) del INAH, Juan Manuel Garibay López, ofrece a las y los visitantes nacionales y extranjeros una visión general de la riqueza biocultural del área maya, particularmente de Tulum, mediante un recorrido por tres salas de exposición y otra de inmersión, con pantallas curvas de alta definición.
La muestra, pormenorizó, se compone de objetos arqueológicos y etnográficos, incluidas reproducciones de gran formato y de escalas medianas y pequeñas; una maqueta de la Zona Arqueológica de Tulum, cinco dioramas, cuatro estaciones para proyecciones audiovisuales y ocho cédulas electrónicas.
Algunas de las piezas emblemáticas, abundó, son un plato tetrápode con la representación de una langosta, perteneciente al periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), el cual está en la Sala 2.
En la Sala 3 se encuentra una estela con inscripciones calendáricas y texto en bajo relieve, del periodo Clásico Temprano (200-600 d.C.), procedente del Museo del Pueblo Maya, en Dzibilchaltún, Yucatán.
En este mismo espacio podrá admirarse la réplica de la escalinata jeroglífica del sitio arqueológico El Resbalón, ubicado en el poblado San Román, al sur de Quintana Roo, asociada con la transición de la vida a la muerte; así como facsímiles de los códices Maya de México y Dresde.
El guion curatorial fue desarrollado por la investigadora Karina Romero, mientras que el proyecto museográfico estuvo a cargo de la CNMyE y de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
La mayoría de las piezas provienen de recintos del INAH como los museos Nacional de Antropología, Maya de Cancún y de Sitio de Palenque, y de los Centros INAH Quintana Roo, Campeche y Yucatán.
La Sala 1, Las cuevas: memorias subterráneas, está dedicada a los sistemas kársticos de la península de Yucatán; aborda la importancia que tuvieron estos espacios para los pobladores prehispánicos, como sitios de refugio, para la observación astronómica, realización de rituales y, en el imaginario, como morada de deidades asociadas con el agua y la muerte.
Dentro de este espacio está la Sala de Inmersión, la cual ofrece una experiencia virtual dinámica, donde las y los asistentes son transportados a diversos paisajes en los que se puede observar la flora y fauna terrestre y acuática de Quintana Roo, así como las zonas arqueológicas de la región.
En la Sala 2, Mayas, una cultura milenaria, se explora la cosmovisión, aspectos sociales y los conocimientos científicos desarrollados por esta población en diferentes regiones y temporalidades.
Mayas del oriente peninsular, es el título de la Sala 3, la cual presenta una muestra del estilo arquitectónico Costa Oriental, desarrollado en el periodo Posclásico (1000-1550 d.C.), cuyo máximo exponente es Tulum, caracterizado por su diseño horizontal, en el cual se colocaban pequeñas plataformas o grandes basamentos con dinteles, molduras y frisos decorados con figuras geométricas. También, era común el uso de columnas y pintura mural.
Asimismo, esta sección se enfoca en los del presente, herederos de tradiciones milenarias, las cuales mantienen vivas a través de su idioma, costumbres y formas de entender el mundo.
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Foto: Especial
cdch