Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado han aprobado el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional con 25 votos a favor y 10 en contra.
La discusión se prolongó varias horas, con la oposición expresando preocupaciones sobre los riesgos de militarización, mientras que los senadores afines a la Cuarta Transformación, defendieron la medida como necesaria para mejorar la seguridad.
El dictamen estipula que la Guardia Nacional estará bajo la conducción del Ejército y que el Congreso podrá regular su participación en la seguridad pública. También se establece que el comandante de la Guardia Nacional deberá ser un general en activo, designado por el presidente. La transición permitirá un periodo de 180 días para adaptar el marco legal correspondiente.
Senadores de la oposición argumentaron que la militarización ha sido parte del problema de violencia en el país, citando cifras alarmantes de homicidios en los últimos sexenios.
Un ejemplo fue Luis Donaldo Colosio Riojas, senador de Movimiento Ciudadano, quien advirtió que encomendar tareas de seguridad pública al Ejército podría socavar el respeto hacia las fuerzas armadas, dado que su entrenamiento está orientado a situaciones letales.