Alrededor de las 11:00 horas, la historia se escribió en el Palacio Legislativo de San Lázaro con la llegada del expresidente Andrés Manuel López Obrador y la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para la ceremonia de toma de protesta.
Recibidos entre vítores y aplausos por parte de ciudadanos y legisladores, ambos líderes llegaron de manera separada a la sede del Congreso. Una comitiva les acompañó hasta la tribuna, en medio de un mar de legisladores que, emocionados, pedían fotos y lanzaban elogios: “¡Presidenta, presidenta!”, resonaba en el ambiente, junto a “¡Es un honor estar con Obrador!”.
López Obrador, quien salió de su hogar en el sur de la Ciudad de México, encabezó una caravana hacia San Lázaro. Durante el trayecto, cientos de ciudadanos lo saludaron y aplaudieron, expresando su aprecio al presidente saliente. A las 10:55, AMLO llegó al recinto legislativo, donde iba a hacer entrega de la banda presidencial a Claudia Sheinbaum Pardo, acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.
Su entrada al Palacio Legislativo fue un proceso que tomó unos 15 minutos, mientras sorteaba el pasillo central antes de tomar su lugar.
Por su parte, al llegar, Sheinbaum fue recibida por una comisión de diputadas y senadoras de todas las fuerzas políticas representadas. Fuera del recinto, tras las vallas, un grupo de simpatizantes la arropaba con gritos de entusiasmo: “¡Presidenta, presidenta!”.