Después de más de 40 años dedicados a vender portacredenciales en Ciudad Universitaria, Don Eduardo Barbosa, conocido cariñosamente por generaciones de estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), ha recibido una muestra de amor y gratitud por parte de la comunidad universitaria.
Don Eduardo, quien siempre fue una presencia constante y amigable en la zona de Rectoría, anunció hace apenas dos semanas que ya no podría continuar con su labor debido a un grave accidente que lo ha obligado a permanecer en casa.
Ante esta noticia, los estudiantes, quienes durante años vieron en Don Eduardo una figura querida y familiar, no tardaron en movilizarse. A través de redes sociales, un grupo de alumnos organizó una colecta que culminó en la entrega de una generosa despensa para varios meses y una suma de 12 mil pesos.
Visiblemente conmovido, Don Eduardo recibió la ayuda con gratitud infinita y unas palabras llenas de humildad. “Que Dios los bendiga”, dijo emocionado, mientras los estudiantes le sonreían y le expresaban su cariño. Aunque ya no podrá regresar a Ciudad Universitaria, su legado y su presencia en el corazón de la comunidad estudiantil perdurará.
La respuesta de la comunidad ha sido un claro reflejo de la solidaridad y el espíritu fraternal que caracteriza a la BUAP. En el Pabellón Universitario, se ha organizado una colecta para continuar apoyando a Don Eduardo, quien se ha ganado el respeto y cariño de todos los que lo conocieron.
Hoy, Don Eduardo no está solo, y la BUAP, su casa durante tantos años, se asegura de que su retiro sea digno y lleno de cariño.