El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha autorizado el uso de misiles estadounidenses para que Ucrania ataque territorio ruso.
La decisión, que algunos analistas califican como una escalada peligrosa, llega en un contexto de tensiones crecientes y recrudecimiento de los enfrentamientos en la región.
Esta autorización podría incluir misiles de largo alcance capaces de alcanzar objetivos estratégicos dentro de Rusia, lo que representa un cambio significativo en el apoyo militar de Washington hacia Kiev. Hasta ahora, Estados Unidos había limitado su respaldo armamentístico a sistemas defensivos y armamento para el frente ucraniano, evitando provocar a Moscú directamente.
El Kremlin, por su parte, ha advertido en repetidas ocasiones que cualquier ataque con armas de origen estadounidense sería considerado una agresión directa de Estados Unidos hacia Rusia. Ante este escenario, el temor a una escalada global en el conflicto está sobre la mesa.
Analistas internacionales temen que esta decisión aumente el riesgo de un conflicto a gran escala que involucre a más naciones.
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Foto: Especial
cdch