Veracruz. - Desde el sur de Veracruz, en la ciudad de Coatzacoalcos, cientos de migrantes continúan su largo y peligroso viaje hacia Estados Unidos, con la esperanza de cruzar la frontera antes de enero de 2025, temiendo que las políticas migratorias se endurezcan con el regreso de Donald Trump a la presidencia de aquel país.
La mayoría de ellos son venezolanos, quienes, cargados de sueños y cansados por horas de caminata, siguen el curso del tren de carga en busca de una oportunidad para una vida mejor.
Al llegar a Veracruz, algunos migrantes han tenido que caminar más de ocho horas para llegar hasta el punto donde pueden abordar el tren que les permitirá avanzar más rápido.
Muchos comentan que su esperanza de llegar antes de enero está vinculada a la incertidumbre que generan las posibles políticas que implemente el futuro gobierno estadounidense, especialmente tras las expectativas de que Trump regrese a la Casa Blanca.
Uno de los migrantes venezolanos expresó que, de haber ganado Kamala Harris, las decisiones y estrategias migratorias habrían sido diferentes. "Antes de que él (Trump) tome mandato, queríamos esperar la cita si ganaba la otra presidenta, pero como no ganó, nos vamos", comentó un hombre mientras avanzaba por las vías del tren.
Aunque algunos aún mantienen la esperanza de que las autoridades estadounidenses ofrezcan un respiro para los inmigrantes, otros más se conforman con la posibilidad de recibir apoyo. "Que sea lo que Dios quiera, si él (Trump) le brinda apoyo a los inmigrantes, bienvenido sea y que Dios lo bendiga", dijo Moisés Abel Corona Soto, otro migrante venezolano, mientras seguía su paso por Veracruz.
El estado de Veracruz, por su ubicación geográfica, se ha convertido en un paso obligado para los migrantes que buscan llegar a la frontera norte. Jonaike, un joven venezolano, relató su travesía: "Si por la playa yo me vine caminando, mucho solecito, pero es muy tranquilo. De Villa Hermosa, cogí para Magallanes, de ahí a Chioacoasen agarramos una combi y de ahí a la playa todo derecho."
A medida que el tren comienza su marcha, miles de migrantes llegan en oleadas, buscando la forma de subirse a la pesada mole metálica que les permitirá avanzar más rápido.
Bajo el puente de la Avenida Uno, un punto clave en su trayecto, los migrantes arriesgan sus vidas para treparse al tren, sin importar las condiciones extremas de calor o la falta de espacio.
Los que logran subir viajan apretados, sentados o incluso de pie, con la esperanza de seguir adelante sin importar los riesgos.
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Foto ilustrativa
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