La isla de Mayotte, un territorio francés en el Océano Índico, enfrenta una situación crítica tras el paso del ciclón Chido, considerado la peor tormenta en los últimos 90 años. Los vientos, que alcanzaron velocidades de 225 km/h, dejaron un rastro de devastación: viviendas destruidas, miles de personas sin acceso a agua potable y graves daños en la infraestructura.
Las imágenes que circulan en redes sociales muestran escenas apocalípticas, con techos arrancados, calles intransitables y comunidades enteras afectadas. Las infraestructuras colapsadas, como carreteras y sistemas de comunicación, han complicado las labores de rescate y la distribución de ayuda humanitaria, dejando a muchas familias en situación de vulnerabilidad.
Según reportes preliminares, se estima que miles de personas han perdido sus hogares y dependen ahora de refugios temporales. La prioridad para las autoridades y organizaciones de emergencia es restablecer los servicios básicos, especialmente agua potable y electricidad, así como coordinar la entrega de suministros de primera necesidad.
La comunidad internacional ha sido alertada de la magnitud del desastre y se espera que pronto inicien esfuerzos conjuntos para apoyar a la población de Mayotte.
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Foto: Especial
cdch