La Navidad es una de las festividades más universales, celebrada con alegría y entusiasmo en muchas partes del mundo.
Sin embargo, en algunos países, la Navidad no es solo una fecha de poco significado, sino que está directamente restringida o prohibida, ya sea por razones políticas, religiosas o culturales.
Aunque para la mayoría de los mexicanos y otros países de tradición cristiana, la Navidad es una época de unión familiar y festividades, en ciertas regiones del planeta este evento no es recibido de la misma forma, e incluso se toman medidas para evitar su celebración pública.
Países donde la Navidad está prohibida
- Arabia Saudita: El país más influyente del mundo islámico, donde el islam es la religión estatal, prohíbe la celebración pública de la Navidad. Las autoridades sauditas consideran que las festividades navideñas no son compatibles con los principios del islam. Si bien los cristianos que viven en el país pueden celebrarla en privado, las decoraciones, los festejos públicos o el intercambio de regalos están prohibidos.
- Corea del Norte: En este régimen comunista, bajo el control del líder Kim Jong-un, todas las festividades religiosas, incluida la Navidad, están prohibidas. El régimen fomenta el culto a la personalidad del líder, en lugar de las celebraciones religiosas, ya que se considera que las prácticas de fe organizadas podrían suponer una amenaza para el poder centralizado del gobierno.
- Somalia: Desde 2015, el gobierno somalí prohibió las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Esta medida responde a la intención de evitar conflictos religiosos en un país de mayoría musulmana, donde las festividades cristianas son vistas como una influencia extranjera incompatible con el islam.
- Tayikistán: En Tayikistán, un país en Asia Central, la Navidad también es restringida en el ámbito público y educativo. Las autoridades han impuesto medidas para limitar el impacto de las tradiciones occidentales, favoreciendo el mantenimiento de las costumbres locales y la identidad cultural en detrimento de influencias externas, como la Navidad.
- China: Aunque no está completamente prohibida, la celebración de la Navidad en China ha sido muy limitada desde 2018, principalmente debido a la política del gobierno que promueve las tradiciones culturales chinas por encima de las influencias extranjeras. Las autoridades instan a los ciudadanos a evitar la celebración pública de la festividad y a centrarse en las festividades tradicionales chinas.
Razones detrás de las prohibiciones
Las restricciones a la Navidad tienen varias motivaciones dependiendo del país, pero entre las principales se encuentran:
- Razones religiosas: En países de mayoría musulmana, como Arabia Saudita y Somalia, la Navidad es vista como una festividad cristiana que no se alinea con las creencias islámicas, lo que lleva a las autoridades a prohibir su celebración pública para preservar la cohesión religiosa y evitar posibles conflictos.
- Control político: En regímenes autoritarios como el de Corea del Norte, las celebraciones religiosas, incluida la Navidad, son vistas como una forma de influencia externa que podría desafiar el control del régimen sobre la población. Las autoridades prefieren promover el culto al líder y la ideología oficial en lugar de permitir la libertad religiosa.
- Preservación cultural: Algunos países, como Tayikistán y China, buscan evitar la influencia de celebraciones occidentales como la Navidad, que consideran ajenas a sus tradiciones locales. De esta manera, intentan proteger su identidad cultural y mantener sus propias festividades nacionales.
Cómo viven la Navidad las comunidades cristianas en estos países
A pesar de las restricciones impuestas en algunos de estos países, las comunidades cristianas encuentran maneras de celebrar la Navidad en privado. En Arabia Saudita, por ejemplo, los cristianos celebran en sus hogares o en iglesias clandestinas, enfrentando serias restricciones para llevar a cabo sus tradiciones. De igual manera, en Corea del Norte y Somalia, las pequeñas comunidades cristianas buscan espacios privados para mantener vivas sus costumbres navideñas, aunque enfrentan un riesgo significativo al hacerlo.
En la mayoría de los casos, estas comunidades se ven obligadas a celebrar de forma discreta, sin hacer ruido ni atraer la atención, lo que hace que la Navidad se convierta en una celebración de resistencia cultural y religiosa, más que en un festejo público.
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xmh