Tehuacán, Pue.- El pasado 21 de diciembre, en Tehuacán, Puebla, ocurrió un robo que rápidamente se viralizó en redes sociales, no por la magnitud del ilícito, sino por el singular botín que los ladrones decidieron llevarse: un oso de peluche gigante.
Según los reportes, el robo ocurrió en una tienda de regalos ubicada en el centro de Tehuacán. Los ladrones, dos individuos aparentemente sin mayores complicaciones, llegaron al establecimiento a plena luz del día.
Con rapidez y sigilo, uno de ellos forzó la chapa de la puerta de entrada, permitiendo el acceso a ambos. Mientras uno de los delincuentes se ocupaba de tomar algún objeto de valor, el otro, con esfuerzo visible, comenzó a cargar un oso de peluche que parecía casi tan grande como él.
A pesar de lo complicado de la tarea, el hombre logró sacar el enorme peluche y lo colocó a su espalda de la manera más discreta que pudo, para luego salir corriendo de la tienda.
La imagen, captada por una cámara de seguridad, muestra a los dos hombres huyendo del lugar, con el oso de peluche a cuestas. Mientras uno de ellos camina a paso acelerado, el otro, luchando por equilibrar el gran peluche, corre torpemente para evitar ser alcanzado.
A los pocos minutos, la fotografía fue compartida en varias plataformas digitales, desatando una ola de comentarios y memes. Algunos se sorprendieron por lo insólito del robo, mientras que otros no pudieron evitar burlarse de la escena, que parecía más propia de una película cómica que de un hecho real.
Hasta el momento, no se han reportado avances en la investigación. Sin embargo, las autoridades locales han indicado que están revisando las imágenes de las cámaras de seguridad para tratar de identificar a los responsables. La tienda afectada, por su parte, no ha emitido declaraciones adicionales, aunque se sabe que se han reforzado las medidas de seguridad en el lugar.
Este robo ha generado una mezcla de incredulidad y diversión entre los habitantes de Tehuacán, quienes comentan que, aunque los ladrones no fueron muy astutos en su elección de botín, el oso de peluche se ha convertido en un símbolo de la falta de lógica en algunos delitos.
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