Huauchinango, Pue.- -Rachas de vientos que rebasaron los 100 kilómetros por hora, fueron los que azotaron a la región, por lo que se pueden ver árboles afectando caminos, techos de casas destruidos, “pero hay zonas en las que hay más afectaciones, no sólo por aire, sino por agua y frío”, dio a conocer el secretario de Seguridad Pública en Puebla, Jesús Rodríguez Almeida.
El titular de la dependencia estatal estuvo de gira de trabajo en Huauchinango y asistió a la comunidad de Teopancingo Alto a entregar, de manera simbólica, algunas colchonetas y pacas de láminas de cartón en compañía de funcionarios de la Secretaría Municipal de Protección Ciudadana.
Dijo que aún no se pueden dar a conocer cifras certeras de las personas afectadas en el estado o en alguna región, debido a que se está en el proceso de contabilización de los daños ocasionados por el fenómeno meteorológico en la entidad.
Árboles doblados, quebrados, arrancados, casas descubiertas, algunas de éstas con ramas, otras fracturadas en su estructura por los golpes de los maderos derribados y gente que espera ayuda de parte del gobierno, es parte del paisaje desolador en Teopancingo Alto en este municipio.
Se trata de una de las comunidades más afectadas. Tiene unos mil 300 habitantes, forma parte de la zona más alta de las localidades de Huauchinango, la más golpeada por los vientos que llegaron desde la madrugada del pasado miércoles y que aún no se han ido del todo.
A la espera de la ayuda, son principalmente mujeres las que se forman en las filas para que les den una colchoneta y una paca de lámina de cartón que, a decir de los lugareños, difícilmente les va a alcanzar para cubrir sus techos.
Desde la junta auxiliar de Venta Grande, vecina de Teopancingo, se pueden ver trozos de árboles que de manera parcial obstruyen el camino. A lo lejos se pueden mirar algunos troncos que fueron arrancados desde la raíz.
La gente compartió que se refugiaron, aunque dentro de su casa, en áreas más seguras. “Donde el techo estaba más firme, donde hay azotea y no tejas o lámina, porque eso se lo llevaba el aire”.
Contaron que ahora cocinan a la intemperie o movieron sus braceros a la casa de un vecino o se fueron con algunos familiares.
Las personas maduras recordaron que hace unos 35 años se sintió un viento más intenso que el del pasado 9 de marzo, pero no causó tantos destrozos como éste.
Las autoridades municipales y estatales se comprometieron a hacer llegar ayuda suficiente para todos los afectados, porque la que se entregó este jueves, solamente fue simbólica.
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