Estarían involucrados en fraude abogados asesinados en Xicotepec

Xicotepec, Pue.- Una posible traición a los intereses de algunos de sus clientes en el manejo de un caso encomendado a los tres abogados asesinados en las últimas dos semanas en Xicotepec, es una de las líneas de investigación que sigue la Fiscalía General del Estado (FGE) para esclarecer estos crímenes.

Ejecutan a dos abogados en despacho de Xicotepec de JuárezAbogada ejecutada en Xicotepec incrementa a 74 las mujeres asesinadas De acuerdo con informes extraoficiales, los abogados Celeste M., quien fue eliminada el 3 de noviembre; y Jorge M. y Wenceslao M. –baleados en su despacho el lunes pasado- habrían cometido perjurio al quedarse con la mayor parte del dinero con el que la empresa GASOMEX indemnizó a los afectados por la colocación del gasoducto Tuxpan-Atotonilco; además de otros daños causados por el paso de la autopista México-Tuxpan en esa misma zona.

“Si a una persona le tocaban 500 mil pesos de indemnización, los abogados le daban 50 mil y se quedaban con el resto –dijeron las fuentes que pidieron el anonimato por temor a represalias-. La manera de actuar de quienes los atacaron para quitarles la vida fue similar y hasta participaron el mismo número de personas”, precisaron.

Sin embargo, indicaron, se desconoce el monto del daño patrimonial presuntamente causado por los abogados a sus clientes, pero se sabe que habría otros profesionistas implicados en el fraude. “Incluso algunos ya se fueron de Xicotepec”, precisaron.

Hace dos semanas, dos hombres dispararon contra la abogada Celeste Márquez Cano, quien se encontraba afuera de su casa ubicada entre las calles Aldama y Rayón. La mujer estaba en su automóvil acompañada por su hijo de ocho años y su madre. 

Mientras que los otros dos postulantes fueron baleados, igual, por una pareja de hombres armados que irrumpieron en el despacho donde laboraban, ubicado en la calle El Encino, dos cuadras hacia el sur de donde se cometió el crimen contra Celeste.

Los agresores se apoderaron de un disco duro y de una computadora de la oficina y luego, como en el primer caso, se dieron a la fuga. 

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