El Ayuntamiento de San Mateo del Mar, comunidad Ikoots del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, confirmó la masacre de 15 habitantes luego de un conflicto político-electoral entre la cabecera municipal y otras comunidades.
Las víctimas, entre las que se encuentran dos mujeres, fueron torturadas y quemadas vivas. Las autoridades informaron que eran originarias de Huazantlán del Río.
El edil Bernardino Ponce Hinojosa responsabilizó a un grupo armado de sietepersonas, el cual estaría encabezado por José Luis Chávez Salinas, agente municipal de Huazantlán del Río.
Según reportes oficiales, el conflicto tuvo su origen en la elección municipal, sin embargo, un enfrentamiento entre seguidores del alcalde y un grupo que no le reconoce como tal surgió en un filtro sanitario por el Covid-19, instalado en la agencia La Reforma, terminó por escalar hasta convertirse en una masacre.
El gobernador Alejandro Murat confirmó que hay víctimas mortales e instruyó que los titulares de la secretarías de Seguridad y General de Gobierno se trasladaran a esta comunidad indígena que se localiza en una delgada franja de tierra entre dos mares, el Océano Pacífico y un brazo que conforma la Laguna Superior.
"Torturaron, quemaron vivos y asesinaron a 15 de nuestros ciudadanos, incluidas 2 mujeres que no hacían más que por su propia convicción defender su derecho de manifestación pacífica en la cual reclamaban que en semanas previas habían sido violados sus derechos como ciudadanos y ciudadanas al haber sido detenidas y retenidas en contra de su voluntad por quien se ostenta como agente municipal de Huazantlán del Río", detalla en un documento oficial.
“Este grupo armado no solamente arremetió contra las mujeres y hombres que defendían sus derechos; también acometieron violentamente en los domicilios de varias mujeres, quien hoy también son parte de las víctimas mortales y a quien previamente habían privado de su libertad junto con sus menores hijas y había sido encarceladas sin justicación".
El ayuntamiento reportó que la Guardia Nacional ayudó a dispersar parcialmente los ataques, lo cual “evitó una desgracia de índoles mayores. Ni la misma Guardia Nacional pudo contener los hechos por completo, rescatando con vida solamente a dos de mis ciudadanos indígenas de nombre Adán N y Rosario N”, dice el edil.
A su vez, el grupo que desconoce al presidente municipal se congrega en la Unión de Agencias y Comunidades Indígenas y responsabilizaron al edil por supuestos actos violentos desde mayo pasado, cuando un grupo de personas privó de la libertad a autoridades auxiliares y asesinó al agente suplente de Huazantlán, hechos por los que la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) emitió medidas cautelares a su favor.
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