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Viernes, 19 de Abril de 2024

¿Y si fuera su hija, señor Andrés Manuel López Obrador?

AMLO asistió a la fiesta para celebrar la primera semana de gobierno de Evelyn Salgado, pero no quiso hablar ni escuchar nada del infierno que han pasado las niñas en la entidad
Martes, 26 de Octubre de 2021 10:14
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Municipios Puebla

“Sí-sí-siempre digo lo que pienso

Aquí no hay armas yo me la juego inteligente

Sí-sí-siempre digo lo que pienso

Con dos palabras puedo tumbarte un par de dientes

Sí-sí-siempre digo lo que pienso

Cuando quiero decir algo lo digo de frente

Sí-sí-siempre digo lo que pienso

Hoy te va conocer el mundo entero

Te voy a ser famoso pero por periquero

Alcalde drogadicto con cara de idiota

Ganarme esos Grammy's fue como venirme en tu boca

Eres corrupto tú lo sabes yo no me chupo el dedo

Tienes cara de narcotraficante con miedo

Con el dinero de las regalías de esta canción

Te prometo que te llevo a Cuba y te pago la rehabilitación”

CALLE 13

Una niña de 14 años puede ser vendida en la sierra de Guerrero. Es probable, dada su edad, que ya haya pasado su primera menstruación, por lo cual el precio que se negocia bajo los usos y las costumbres de su poblado tiende a la baja... Una niña puede ser vendida en el sureste del país a precios que oscilan entre los cinco mil y los 200 mil pesos. A mayor su edad, menos lo que se pagará por ella.

El instinto humanista de Andrés ManuelAMLO y ser mujer en La Montaña de GuerreroPolarización y venta de niñasEl precio acordado por la menor de edad puede ser pagado con semillas, vacas, cerveza o con dinero en efectivo; se espera que este trueque o negocio sea beneficioso para las partes. En realidad, para todos salvo para la pequeña en cuestión… Y sin duda habrá boda con fiesta incluida; todos celebrarán lo que ahí suceda, todos a excepción de ella.

Decir que por cuanto a los matrimonios infantiles forzados en esa entidad no cabe cuestionamiento por parte del primer mandatario o, peor, que se trata de un fenómeno como el de la prostitución de niñas, es presumir de un feminismo mal entendido y muy distorsionado. Es, simple y sencillamente, no entender nada de nada.

Es mostrar que, como en la canción, sí-sí-siempre dice lo que piensa, que “su pecho no es bodega”, pero que, por cuanto a razonar, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no razona nada.

Así trabaja la mente del presidente, quien asistió al jolgorio, a la fiesta para celebrar los primeros ocho días de gobierno de Evelyn Salgado en Guerrero, pero no quiso hablar ni escuchar nada del infierno que han pasado las niñas en el sureste de nuestro país. El máximo responsable del país actúa como el más irresponsable ante un asunto de la mayor gravedad.

La venta de menores no debe ser tolerada con base en si esta es o no regla de una comunidad ni si esta ocurre de manera esporádica o de forma continua. No debe ser permitido, punto y final. Verlo de otra forma es ciertamente muy miserable (lo diga Diego Fernandez de Cevallos o no).

Imposible negar que esta infamia no es centenaria. Pero uno supondría que al tener al presidente más “humanista” y “feminista” de la historia, se le pondría un alto a tan nefasta y no ética práctica (e ilegal desde el punto de vista de cualquier tratado internacional suscrito en materia de derechos humanos y de la infancia). Todavía más cuando López Obrador se ha encargado de proclamar que él es el defensor de los pueblos originarios. Y de estos, ¿la niñez exceptuada?

Otra promesa que el titular del Ejecutivo federal olvidó por completo cuando un grupo de representantes de los pueblos originarios le solicitó, mediando más de 650 mil firmas de indígenas de todas las etnias de nuestro país, una reforma constitucional para poner un alto definitivo a los matrimonios infantiles que suceden en nuestro país. Ni los escuchó, ni los volteo a ver.

La actitud de López Obrador ante la venta y prostitución de las niñas en Guerrero es un reflejo de su desprecio por las mujeres en su conjunto. Él tiene “otros datos” y ante las denuncias presentadas, dice que se trata de una campaña de desinformación enajenante. AMLO se niega a aceptar la realidad como sucede con tantas otras cosas del acontecer nacional.

Más de 2 mil 100 feminicidios en lo que va de este sexenio (cifra dada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, septiembre de 2021). “Más del 60 por ciento de las muertes violentas de mujeres en el mundo ocurrieron en 4 países: Afganistán (20 mil 836), México (16 mil 385), Azerbaiyán (7 mil 621) y Siria (5 mil 583)” (Instituto de la Paz de Oslo, informe 2021-2022). Indicadores vergonzosos; vidas terminadas y futuros cercenados.

Esa niña vendida, de tan solo 14 años, sufrirá la crueldad e insensibilidad del poder ejercido sobre ella. No conocerá la justicia, la vida, la libertad; tampoco la alegría. Solo el dolor en todas sus vertientes.

Esa niña vendida y devaluada tiene la misma edad que Jesús Ernesto, el hijo menor de Andrés Manuel López Obrador. Y si él y su mujer, Beatriz Gutiérrez Müller, están de acuerdo que #ConLosNiñosNo, no pueden dejar de condenar actos de violencia cuando se trata de una niña que es vendida porque así lo permiten los usos y las costumbres. Por eso pregunto: ¿y si fuera su hija, señor presidente?

Verónica Malo Guzmán en SDP Noticias

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