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Sábado, 20 de Abril de 2024

Enrique de la Madrid y el NAIM

Enrique de la Madrid retoma el tema del NAIM como bandera para su probable candidatura por el PRI
Miércoles, 2 de Febrero de 2022 07:56
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Municipios Puebla

Dijo el filósofo griego Sócrates que “comenzar bien no es poco, pero tampoco es mucho”. Y pienso que el hijo del ex presidente Miguel de la Madrid mal ha comenzado a construir su candidatura rumbo a las elecciones del 2024. Lo digo tomando como punto de partida la entrevista que tuvo con el diario 24 Horas, de la que destaco varios puntos.

Descalificar ante el fracasoDesvarío. Que un empresario aristotélico metido en política salvará a MéxicoPrimero, ¿quién es Enrique de la Madrid?, según la página de Wikipedia es abogado, servidor público, columnista y al final pone “político mexicano”. Nació en 1962, por lo que se acerca ya al sexto piso, además de haber sido Secretario de Turismo en el gobierno de Enrique Peña Nieto de 2015 a 2018, diputado federal y miembro del Partido Revolucionario Institucional.

En entrevista publicada el pasado 31 de enero, De la Madrid Cordero retoma el tema del NAIM como bandera para comenzar la consolidación de una probable candidatura por el PRI. Sin argumentos sólidos lanza una frase digna de desmenuzar, porque refleja todo lo que es el priísmo en su máxima expresión.

“Ni un privado invierte en el Felipe Ángeles o el Tren Maya, porque no son negocios, y si no son negocios para otros, tampoco son negocios para el país.”

ENRIQUE DE LA MADRID

La frase deja desnuda, por completo, la manera en que los políticos de la vieja guardia, ya sean del PRI o del PAN, ven al país: como un negocio. Lo he dicho incontables veces, la aviación nacional no debe de verse como un negocio de unos cuantos, sino como un beneficio para toda la población. El nuevo aeropuerto, no es “la central avionera de AMLO”; realizar ese tipo de afirmaciones, además de ser una mentira, colocan a la infraestructura de un país como si fuera un bien particular y no de la nación.

El entrevistado consideró que se tiene que ponderar la posibilidad de regresar a la construcción del NAIM y que podría hacerse a través de una concesión. De nueva cuenta, no ve al Estado como proveedor de los bienes y servicios para la población, sino que hay que darle esa tarea al sector privado.

Pero no podemos sentirnos sorprendidos, y menos si recordamos que su papá fue el gran impulsor de las políticas neoliberales que le dieron al traste al país, enriqueciendo a unos cuantos y dejando en la pobreza a millones de mexicanos. Y disculpen, pero yo no voy a dejar de lado que fue en el sexenio de renovación moral, de Miguel de la Madrid, cuando saquearon a Aeronaves de México (Aeroméxico), entonces empresa estatal, a la que llevaron a la quiebra.

Evidentemente la propuesta de resucitar la construcción del NAIM, hecha por el abogado que a los 18 años de edad llegó a vivir a Los Pinos (1982) caerá bien a cierto grupo; el que siempre ha visto con malos ojos a la nueva terminal aeroportuaria, y que está a pocas semanas de ser estrenado.

En su diatriba, Enrique de la Madrid Cordero no se cuestiona el status legal de los predios involucrados. En caso de retornar a la propuesta del NAIM, ¿pretende revivir también todo lo relacionado a la especulación inmobiliaria, despojo de terrenos ejidales, y las violaciones a la ley que fueron debidamente documentadas en su momento, relacionadas con su construcción?

No creo que sea tan insensible como para promover que de nueva cuenta sea vituperada la NOM-059-SEMARNAT-2010, que protege a 250 especies que habitan el ex Lago de Texcoco, y que según datos de la CONABIO tres de ellas están en peligro de extinción, y once bajo protección especial.

Y ya ni hablemos de la ciudad; quienes la habitamos, la amamos y la padecemos, sabemos que en las temporadas de lluvias, las inundaciones son cada vez peores, debido a múltiples factores, entre ellos que ya no hay forma de que el agua de lluvia permee en la tierra; hemos construido hasta la saciedad. Así que poner kilómetros de cemento sobre un vaso regulador, no es buena idea… bueno, tal vez en quienes ven las obras públicas como negocios personales, ¿no, Don Enrique?

Y si todo fuera como él se lo imagina, ¿qué pasaría con los terrenos que hoy son el Aeropuerto Internacional Benito Juárez? Ah, claro, habrá que preguntarles a los privados, y en su lógica, si ellos quieren invertir, entonces es negocio para el Gobierno. ¿Qué tal nuevas plazas comerciales?

Repito, habrá quien vea con buenos ojos la posibilidad de que Enrique esté en las boletas electorales del 2024, ya sea para ir por “la grande” o como aspirante a gobernar esta olla de grillos que es la Ciudad de México, otrora ciudad de los palacios.

Estimado lector, independientemente de las preferencias electorales que tenga, sin importar si se inclina por la izquierda, el centro o la derecha, debemos tener en cuenta que el bienestar común está por encima del individual. Los invito a ver las obras del gobierno -actual, de los pasados y los venideros- como “nuestras”, y no de nuestros gobernantes.

En redes sociales me cuestionaban ¿cuánto se paga de luz en Palacio Nacional?, (por la polémica entre Andrés Manuel y los OXXO), y mi respuesta es ¿acaso importa?, el Palacio Nacional es propiedad del pueblo de México, o sea, de nosotros, y sé que mis impuestos pagan la luz de tan portentoso recinto, que además es museo y cuenta con importantísimos murales, ¿cuánto dicen que me corresponde pagar? va el doble. Nunca he renegado de mis obligaciones tributarias, pero siempre he exigido que los bienes de la nación sean de, y para todos los mexicanos.

Columna de Ximena Garmendia en SDP Noticias

Foto Cuartooscuro

clh

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