China respaldó a Rusia. Los presidentes Xi Jinping y Vladimir Putin dijeron que se oponen a una mayor ampliación de la OTAN. Presentaron un frente unido en conversaciones pocas horas antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing. Emitieron una declaración conjunta después de la reunión del viernes pasado. Acordaron profundizar la cooperación en seguridad y en sus vínculos políticos y económicos.
¿Qué ocurre en Ucrania?Alerta máxima en UcraniaDurante la reunión se llegó a un nuevo acuerdo entre Gazprom de Rusia y CNPC de China para suministrar gas a través de una nueva ruta con entregas de 10 mil millones de metros cúbicos al año, durante 25 años.
Xi y Putin dijeron que se apoyarían mutuamente en la defensa de la soberanía y sus intereses, al mismo tiempo que lidiarían con las interferencias externas y las amenazas a la seguridad regional. Criticaron los intentos de “ciertos estados” de imponer sus propios estándares democráticos en otros países. Dijeron que estaban preocupados por el pacto de seguridad Aukus entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos.
Se comprometieron a aumentar la cooperación para contrarrestar los intentos de fuerzas externas de socavar la seguridad e interferir bajo cualquier pretexto. La declaración conjunta de Putin y Xi crea un frente común para hacer retroceder la presión estadounidense sobre Rusia y China en Europa, Asia y en todo el mundo.
El 30 de noviembre pasado escribí aquí que había una alerta máxima en Ucrania. Rusia estaba lista para la invasión. Putin quiere consolidar su lugar en la historia restaurando el control ruso sobre su vecino.
¿Qué ha hecho Putin hasta ahora?
En la opinión de Putin, si Ucrania y Occidente rechazan estas exigencias, la diplomacia no sirve. Luego vendría una invasión. Ni los propios rusos la quieren. Sólo Putin y su círculo íntimo que domina el país piensan que Ucrania no es un país diferente. No han podido superar el hecho de que ya no dirigen una superpotencia. Sus hombres cercanos lo engañan y le dan información inexacta. Por eso, aunque sea muy racional, Putin puede tomar decisiones peligrosas.
Putin está obsesionado con su legado histórico. Odiaría que en los libros de historia sea visto como el líder que perdió Ucrania, que permitió que la OTAN y Occidente se salieran con la suya. Putin quiere que Ucrania se vea obligada a un estado de neutralidad, lo que significa que siempre será vulnerable a Rusia y garantiza que nunca se unirá a la OTAN. Putin quiere que la OTAN regrese a donde estaba en 1997.
¿Cómo funciona realmente el mundo?
La influencia de Occidente sobre Putin es bastante limitada. Putin ha pasado los últimos siete años convirtiendo a Rusia en una economía a prueba de sanciones. Lo único que podría devastar la economía rusa es que Europa no compre gas natural o petróleo rusos. Pero eso significaría aumentos masivos en los precios y una escasez tal en Europa, en pleno invierno, que morirían de frío muchos adultos mayores.
Por su parte, las acciones de Moscú en Ucrania podrían interrumpir la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China, el proyecto insignia de política exterior. Se estima que el 85 por ciento del tráfico ferroviario chino a Europa pasa por Bielorrusia, y podría verse afectado por las hostilidades en la región. Ucrania fue concebida como uno de los pilares del BRI y Beijing todavía tiene la vista puesta en ese país, siendo China su mayor socio comercial.
Las rivalidades de Rusia y China con Occidente están acercando a los dos países más que nunca. Habrá apoyo mutuo y acciones cada vez más coordinadas. ¿Qué significados concretos tuvo la cumbre Xi Jinping – Vladimir Putin del viernes pasado? ¿Qué evidencia concreta hay para la preocupación de Estados Unidos?
En suma, la relación cada vez más estrecha entre Beijing y Moscú ha surgido de un compromiso mutuo de no agresión y de no amenazar los intereses importantes del otro, lo que permite a cada gobierno centrarse en sus objetivos estratégicos.
Washington puede desarrollar estrategias para administrar la relación Rusia-China y debería poder afectar el cálculo de cada gobierno para apoyar al otro hasta cierto punto. Pero, por ahora, la alineación Rusia-China llegó para quedarse.
El frente común entre China y Rusia parece prometedor en el corto y mediano plazo. Esta debería ser la mayor pesadilla de un planificador estratégico de política exterior.
Columna de Javier Treviño en SDP Noticias
Foto AFP
clh
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