Hace 20 años, Fundación Televisa lanzó la campaña ‘¿Tienes el valor o te vale?’. Algunos de los primeros valores a los que se refirieron fueron el de la honestidad y el respeto. Pocos años después agregaron la generosidad y la responsabilidad.
Autobús impacta a vehículo en la México-Pachuca: hay 28 lesionadosLatinus tiene entre sus financistas a Federico Madrazo Rojas Hoy es momento propicio para plantearles esa pregunta a los miembros de la administración obradorista, iniciando por quien la encabeza.
¿Tienes el valor o te vale? A los cuatroteístas que nos gobiernan (es un decir), valdría la pena pedirles retomen el valor de la honestidad, porque el famoso 90% solicitado por López Obrador ya hemos visto está ausente. La cacareada ‘honestidad valiente’ sirve de excusa para vanagloriarse y para llevarla de bandera en vacuo discurso.
Hasta ahora lo manifestado por muchos miembros y adherentes a la 4T es que les vale la honestidad, la responsabilidad, la generosidad, el respeto. Lo único probado es que se requiere adorar a López Obrador, empezando por las expresiones que él hace de sí mismo.
Centrémonos en la ley. Para cumplirla, además de honestidad y rectitud, se necesita valor. De mucho valor. Valor para actuar en justicia y en igualdad frente a otros mexicanos. Valor para acatarla y no sentirse por encima de ella. Honestidad para aceptar que la ley no se puede atender a contentillo.
Por supuesto, la exigencia también es hacia nosotros mismos como sociedad: ¿tenemos el valor o nos vale? Supone cumplir con nuestras obligaciones cívicas y dar marcaje a los legisladores que nos representan. Tener el valor necesario para exigirles a los políticos honradez, responsabilidad, capacidad y decoro.
Y de esta forma, si para el ejercicio de consulta popular de revocación de mandato presidencial la ley estipula que no se puede mencionar la misma, apoyar al presidente en cuestión, promocionar obras, acciones o programas gubernamentales, al menos eso se debiera cumplir. Pero la norma ha sido violentada y burlada por diversos miembros de la 4T, empezando por López Obrador, quien apenas ahora volvió a presumir la construcción del aeropuerto de Santa Lucía y su próxima inauguración.
No es el único. Dolores Padierna, diputada por Morena, ha estado en la demarcación que su grupo perdió en las urnas hablando de la propuesta lopezobradorista de una reforma energética y llamando espuria a la alcaldesa quien ganó de forma popular.
¿Por qué les cuesta tanto trabajo cumplir con lo que estipula la Constitución y las leyes que de ella emanan? ¿Qué ganan? Sencillo: al fingir no entenderla, pueden hacerse pasar por víctimas. Mas eso no hace sentido ya que el grupo parlamentario que elaboró y votó a favor de la ley que hoy exige silencio fue el de Morena.
Ante la necedad de no hacer caso a la normatividad, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE hizo un llamado a López Obrador y a los servidores públicos en general para que respeten a la Constitución y no difundan propaganda gubernamental durante el periodo de veda. Los morenistas responden que ello es un atropello. Un atropello por ellos redactado…
El INE no impone vedas, simplemente la hace de árbitro electoral (es su función y responsabilidad) y juega conforme a la ley que propuso y aprobó Morena junto con sus aliados políticos.
Cuando el Instituto Nacional Electoral solicitó que los gobernadores morenistas retiraran de sus redes sociales el desplegado de apoyo al presidente, para que con ello dejaran de violar la veda previa a la consulta ciudadana, estos en lugar de aceptar que estaban violentando la ley se molestaron y se dijeron agraviados. De hecho ante la instrucción del INE a Claudia Sheinbaum y el resto de los gobernadores morenistas de bajar su mensaje donde difundían una loa a López Obrador y los logros de la 4T, en lugar de hacerlo sin aspavientos, se dijeron víctimas: “pueden ordenar borrar un tuit, pero no pueden lograr que renuncie a mis convicciones”, dijo la jefa de gobierno capitalino. ¿Qué tan difícil es que respeten la ley por ellos propuesta?
Andrés Manuel y los miembros de la autodenominada Cuarta Transformación deben decidir si tienen el valor o les vale. Y nosotros como ciudadanos tener muy presente una cosa: un gobernante que no acata la ley es deshonesto.
Columna de Verónica Malo Guzmán
Foto: Especial
cdch
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