México cumple dos años del primer caso confirmado de COVID-19 , quinto país con más muertes, una denuncia penal contra el funcionario encargado de la pandemia y la esperanza de dejar atrás pronto la enfermedad al mantenerse los contagios a la baja.
El recuerdo duele y mucho. En casos como el de Margarita Reyes, una enfermera del Estado de México que perdió a su padre José Margarito de 75 años y a su hermano Ricardo de 46 años en enero de 2021, en el punto más alto de la pandemia, cuando los hospitales estaban saturados.
“Nadie quiso ser hospitalizado por lo mismo, dada la situación que se vivía en ese momento, entonces ellos confiaron en mí, en lo que yo pude brindarles en ese momento”, así narró Margarita en entrevista a Efe.
El primer caso de COVID-19 fue detectado el 27 de febrero de 2020 y confirmado por las autoridades un día después y fue en un hombre de 35 años que viajó a Italia.
México acumula cerca de 5.5 millones de casos y casi 320 mil muertes, la quinta cifra más alta del mundo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador en declaraciones aseguró que “nunca nadie se quedó sin una cama” de hospital.
Para Margarita quien ha sido testigo y constató como enfermera que las instituciones de salud “no estaban preparadas, porque el virus las “sobrepasó”.
A su mente llegan las escenas de gente peregrinando por oxígeno en la capital mexicana, el foco rojo de la pandemia en el país, por lo que ella tuvo que compartir un tanque de oxígeno para sí misma, para su madre, su padre y su hermano, mientras su hija de 10 años cuidaba a todos.
La preocupación subía y se preguntaba en ese momento ¿a quién le daba prioridad? Y un tanque de oxígeno de esos portátiles ni dos horas duraban, y además para recargarlo había filas interminables.
Mientras existían en todo el país historias desgarradoras, a nivel gobierno la situación estaba tensa.
El funcionario, nombrado por López Obrador, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud
está acusado de negligencia por minimizar la enfermedad, rechazar pruebas masivas, desestimar el cubrebocas, ralentizar el plan de vacunación y ceder a los intereses políticos del mandatario.
“Ha habido decisiones fallidas, tardías, ninguna basada en evidencia científica. El responsable de la pandemia siempre ha estado tratando de obedecer las instrucciones de su jefe”, comentó Carolina Gómez, experta de la Sociedad Mexicana de Salud Pública.
El COVID-19 se convirtió en la primera causa de muerte en la primera mitad de 2021 y en ese mismo lapso México se consolidó como el país con mayor mortalidad del personal de salud, explicó Gómez con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y organismos internacionales.
Además existen otras situaciones adversas, pese a dedicarse dos años al combate contra el COVID-19, Margarita y sus compañeros del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) se quedaron sin el contrato permanente que prometió el presidente.
López Obrador defiende que México ocupa en realidad el lugar 24 en muertes per cápita y el noveno en vacunas absolutas aplicadas, con casi 180 millones de dosis.
Después de recibir su tercera dosis, el capitalino Christian Lozano agradeció el portafolio tan amplio de México, que incluye siete farmacéuticas diferentes, desde la rusa Sputnik V hasta la estadounidense Pfizer, o la británica AstraZeneca
“Me parece que también la reacción se ha visto. Si nos damos cuenta, hace un año justamente febrero y a finales de enero, veíamos que la gente batallaba por oxígeno y que estaba muy lleno, y hoy en día vemos que la gente da positivo (a COVID-19), pero realmente ha bajado bastante”, indicó el entrevistado.
Tras una cuarta ola de contagios con récords por la variante ómicron, el subsecretario López-Gatell refirió que “la epidemia (está) prácticamente de salida” en su última conferencia semanal por la pandemia.
Para la especialista Gómez esta afirmación no verdadera “de ninguna manera porque existe retraso en la vacunación de México, donde solo 60 por ciento de sus 126 millones de habitantes están completamente vacunados y otro 5 por ciento tiene el esquema incompleto, un rezago frente al resto de Latinoamérica.
Refirió que esta muy preocupada porque “sigue esa falta de interés por terminar de vacunar al 35 por ciento de la población mexicana, incluidas las personas menores de edad y los niños de 5 a 13 años, en especial”.
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