“La gente cava y cava tumbas”, dijo el responsable de Información y Cultura de la provincia de Paktika, Mohammad Amin Huzaifa, la más afectada con el sismo de 5.9 que golpeó ayer el este de Afganistán en donde murieron al menos mil personas y otras mil 500 resultaron heridas.
Mohammad Amin habló de todas las dificultades que está enfrentando la población tras la emergencia.
“Está lloviendo y las casas están destruidas. No hay lugar donde refugiarse ni comida. Hay gente aún atrapada entre los escombros. Necesitamos ayuda de inmediato” .
El régimen talibán, instalado en Afganistán desde agosto de 2021, solicitó ayuda internacional tras el sismo.
“El gobierno hace lo máximo dentro de sus capacidades”, expresó Anas Haqqani, responsable de la administración que controla el país.
“Esperamos que la comunidad internacional y las organizaciones humanitarias ayudarán también a la gente en esta situación terrible”, agregó.
Los servicios de rescate del país, limitados desde hace tiempo en efectivos y capacidad, no están adaptados para enfrentarse a catástrofes de esta dimensión.
El ministro de Desastres Naturales, Mohamad Abas Akhund aseguró que
“Gran parte de la región es montañosa y los desplazamientos son difíciles. Llevará tiempo evacuar a los fallecidos y heridos”.
El terremoto se produjo a diez kilómetros de profundidad, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y fue percibido en Pakistán e India.
Y se presentó en una zona remota del este, cerca de la frontera con Pakistán, donde la población ya vive en condiciones de precariedad.
Por su parte, el papa Francisco dijo:“Un terremoto causó grandes daños y víctimas en Afganistán. Expreso mis condolencias a los heridos y todos los afectados por el terremoto; rezo en particular por los que han perdido la vida”.
Foto: El Diario
LSM
Vistas: 370
