“La publicidad es el factor y la fuerza moral más grande de nuestra vida pública.”
JOSEPH PULITZER
“El duro adversario, amansa la furia del contrario.”
REFRÁN
Ironías de la vida. López Obrador adora hablar con refranes y, ahora, uno de ellos le queda como ‘anillo al dedo’: “Nadie sabe para quien trabaja”. El discurso —se ha quedado solo en eso— que ha reiterado el presidente sobre la pobreza, los más necesitados, las víctimas, los indígenas y las mujeres, se personifica mejor que nadie en la posible candidata de la oposición a la Presidencia, Xóchitl Gálvez. Obviamente eso a Andrés Manuel ya no le gustó.
Sin árbitroNo me bajo: de la Madrid insiste en candidatura presidencial de la oposiciónY si bien la inteligencia artificial se ha convertido para muchos en la principal publicista de Xóchitl (en las redes se ha aplaudido las publicaciones generadas por IA a favor de ella; su video de “no me digas que no puedo” ha sido la dosis perfecta de sentimiento, empatía y asumir un reto), la verdad es que el principal promotor de la candidata de oposición es la Cuarta Transformación.
Y no me refiero a que Xóchitl sea en realidad la “carta escondida” de Andrés Manuel —como dicen algunos—, sino a a la acusación ya sempiterna por parte de López Obrador y sus corifeos de que de detrás de Xóchitl ha estado Claudio X. González y Vicente Fox. Esta narrativa está teniendo un efecto bumerán; los cuatroteístas dejan ver en su hipocresía y sus contradicciones.
En general, cuando desde la palestra de Palacio se disparan saetas en contra de algún individuo, la estrategia le funciona al Movimiento y a su líder. Pero este no pareciera ser el caso.
Si de por sí ocurre que cuando va en contra de las mujeres, les trata de acallar, minimizar o ridiculizarlas, el asunto le sale mal, ahora ha sido peor. López Obrador inició siendo el mejor publicista de Xóchitl cuando le cerró la puerta de Palacio Nacional y dejó ver en cadena nacional su intolerancia a todo lo que él siempre dice defender. La legisladora lo definió muy bien: al cerrarme la puerta, miles de mexicanos me abrieron la suya. Se convirtió en el reto para lanzarse por ‘la grande’.
Ella es la identificación del mexicano que otros regímenes han ofendido. Por eso, pretender encasillarla ahora en el burdo estereotipo de “fifí” resulta —incluso entre obradoristas— contradictorio; se oye falso. Quien queda como “fifí” es quien la encasilla como tal, no ella. Más cuando se conoce la historia de Xóchitl.
Junto con el primer mandatario, otros grandes publicistas de Xóchitl son los moneros de La Jornada. Sus cartones resultaron racistas, denigrantes, xenófobos y francamente misóginos. Al grado que han causado genuina indignación entre la gente. Pero no solo eso: quienes no conocían de Xóchitl y su familia ahora comienzan a saber de ella. Tiene razón la senadora Gálvez cuando, en entrevista en Telereportaje (programa tabasqueño, por cierto), se refirió a la caricatura que salió en La Jornada cuestionando sus raíces indígenas; como ella dice: “¿Fisgón monero tiene un indiómetro?, ¿quién es él para decidir quién soy yo?”
En el colmo del paroxismo, al no saber qué decir o cómo atacar a Xóchitl, la 4t ha llegado a la incongruencia de decir que Xóchitl hace “apropiación cultural” y se hace pasar por indígena… ¿En serio?
El “evangelio” del pueblo bueno ha dado un giro inesperado. Las corcholatas morenistas no personalizan lo que el jefe del Ejecutivo tanto menciona. Y el pueblo empieza a conocer a Xóchitl.
Hay muchos ejemplos de columnistas, opinólogos, comentaristas, personalidades que tratan de denostarla, con ello ayudan a construir mayor exposición para la hidalguense. Xóchitl tiene razón al expresar lo siguiente sobre el presidente “Cuando se tiene un 60% de aprobación no es necesario un discurso de odio y polarización”. No. Ni se necesita ni será positivo para Morena.
Continúen morenistas, continúen. Entre más la nombren, más crecerá. Así creció el líder de la 4t. Exactamente así.
Columna de Verónica Malo en SDP Noticias
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