“Empezaba a considerar que el mundo, al fin y al cabo, era como un inmenso escenario, y que el ser más feliz es el que se conforma con ver la función. Había que evitar toda intervención en la farsa.”
SANTIAGO LORÉN
“Es lastimoso que seamos seducidos por nuestras propias bufonadas e invenciones.”
MICHEL EYQUEM DE MONTAIGNE
¿Quién no ha visto el reality show? López Obrador organizó su propia versión de la “Casa de los Famosos”. Hizo del presupuesto e instituciones del Estado una campaña ‘por la defensa de la 4t’ y se ha dedicado a promover a sus enanos.
Respaldan jóvenes de Puebla a Claudia Sheinbaum previo a su visita a la entidadXóchitl Gálvez prepara denuncia contra AMLO y funcionarios por filtrar datos personalesPero a diferencia de la serie que se trasmite en el Canal de las Estrellas —éxito rotundo— esta otra es más bien un fiasco. Las pruebas, las nominaciones —unas, como la de Manuel Velasco o Ricardo Monreal, francamente hasta de relleno—, las estrategias y las eliminaciones han sido, digámoslo amablemente, bastante previsibles.
Quizá lo menos atractivo y poco novedoso ha sido el que el productor de esta serie siempre —desde un principio— tuvo una favorita. Se trata de Claudia Sheinbaum.
El propietario del circo la ha protegido. En un momento a tal grado que mandó llamar a otro participante a incorporarse a la narrativa solo para hacerle sombra a Marcelo Ebrard. Siempre lo he dicho y hoy lo sostengo: Adán Augusto López entró al habitación con la única encomienda de competirle al ex canciller y permitir que Sheinbaum creciera a sus anchas.
Pero eso no funcionó; ni el amigo tabasqueño resultó atractivo, ni doña corcholata aprendió a volar… Lo que es más, Adán convirtió su nominación en una verdadera campaña; creyó estaba ahí de en serio. El ex titular de Gobernación resultó ser uno de los “huéspedes” más desastrosos de la casa de los cuatroteros.
Luego del desastre Adán Augusto López-Andrea Chávez, el presidente nomina… a alguien de la oposición. Lo hace por los mismos motivos que tuvo al incluir a López Hernández: cuidar a la ex jefa de gobierno de la CDMX. López Obrador provocó que la “Señora X” entrara en la carrera presidencial para que le compitiera al “Señor Ebrard”.
Ahora resulta claro: ¿quién sino Xóchitl para quitarle reflectores a Marcelo entre sus potenciales simpatizantes? Fifís, conservadores, clase medieros, izquierdistas y liberales no radicalizados. Sí, ambos comparten —y por tanto compiten— por ciertos importantes grupos de electores. La apuesta era que mientras tanto la base dura morenista cerrara filas en torno a Claudia.
La estrategia parecía impecable: Xóchitl “entraba” a la carrera presidencial, la quemaban para la Ciudad de México y le quitaba a Marcelo Ebrard el apoyo potencial que este podría recibir de la ciudadanía que NO vota por Morena. Xóchitl funcionaría como una protección para Claudia, mientras torpedeaba a la corcholata que AMLO nunca ha querido.
Andrés Manuel se equivocó, no obstante; llevó a Xóchitl a un ‘cachito de cielo’ sin medir lo que podía pasar. Nunca se imaginó que ella tomaría tal fuerza que se llevaría el espectáculo completo.
Lo hemos visto, la nominada externa de pronto creció más de lo que se calcularon en Palacio. Tan es así, que quien ahora la está llamando a debatir es, sí, Marcelo.
Ya poco importa cómo pensaba López Obrador contener a Xóchitl más adelante, se le escapó de las manos.
Falsedades y calumnias para descarrilar a la hidalguense y al proceso del Frente (¿o no inventan ahora que la alianza opositora hace fraude con las firmas en su plataforma digital?). A López Obrador solo le queda desacreditar a Xóchitl. Porque una cosa era permitir que creciera para aniquilar a Marcelo y otra muy distinta que termine derrotando también a Claudia.
Y la encuesta que publicó ayer El Financiero solo ha enojado más al macuspano.
Si existe un “nado sincronizado” (AMLO dixit) este yace en la alberca de la casa de la 4t y tiene por objeto expulsar a una concursante que se ha vuelto una amenaza para la continuidad de la farsa en la que devino el supuesto compromiso democrático del obradorismo.
En todo este proceso queda patente la necesidad que tiene Claudia Sheinbaum de que la protejan. Sus mismos coequiperos ya vieron sus debilidades y tratan de superarla. Ella, sin el cobijo de López Obrador y la 4t, no prende. Lo que es peor, a pesar de ese acompañamiento, se desinfla.
Mas López Obrador aún tiene una carta que jugar: cuenta con que sea el propio Frente el que traicione o descobije a la senadora Gálvez. Y es posible así suceda.
Se hacen pasar por porristas de la figura revelación, pero trabajan de la mano del primer mandatario. Hablo de Alito Moreno y de Marko Cortés. No es descabellado; ya sucedió cuando dejaron sola a Alejandra del Moral en el Estado de México.
Queda, entonces, que los espectadores (al igual que lo hacen los televidentes en la serie original) exijan a dirigentes partidistas comprometerse de lleno con sus candidatos y luego con él o la ganadora. Sería ilógico que la expulsión de la “Señora X” de la casa de los famosos fuera gracias a la traición de quienes dicen apoyarla, ¿no les parece?
Columna de Verónica Malo en SDP Noticias
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