¿Qué sería de muchos de nosotros sin ella? Sin duda lucharíamos por encontrar más espacios donde poder hablar de lo que queremos hablar y ser la voz de los que no la tienen.
El mexicano no es derrotista. Cuando una puerta se le cierra busca otras puertas más.
Es muy cierto y evidente que los que sí han puesto a trabajar a sus granjas de bots son los de Morena. Los que somos fieles usuarios de X nos damos cuenta de que ya soltaron a estas cuentas para atacar a quienes no simpatizamos con el presidente.
Ya se siente el 2024. Ya huele a la cercanía de una de las elecciones más importantes de México en muchísimos años.
Entonces estos bots llegan a ofender. Escriben improperios, groserías, buscan por donde “pegar” para debilitar, según ellos.
O como en mi caso que sin ser yo una tuitera famosa sí puedo decir con orgullo que me he ganado a la buena a mis 60 mil seguidores. En mi biografía cuento que soy sobreviviente de cáncer de mama.
Y ahí es donde entran a querer ofender: “Maldita cancerosa... Ojalá te regrese el cáncer... Qué pena que tu cáncer esté en pausa... Por criticar al presidente te va a regresar el cáncer”. Y así todos los días.
Hace unos días como usualmente suelo hacerlo en mi cuenta, compartí un diagnóstico médico en donde se me tiene que hacer una cirugía de las venas en mis piernas con relativa urgencia. Siempre comparto mi vida y lo que en ella me sucede en X. Les platiqué (escribí) de mi preocupación, porque necesito tener 60 mil pesos para realizármela, dinero con el que no cuento y no tengo seguro de gastos médicos. Pero además, el médico me dijo contundentemente que él no me operaría en un hospital público: “Yo en un hospital público no te opero. No hay el instrumental ni la aparatología que necesito para que todo salga bien”.
Entonces todo está como detenido. Como quién dice estoy en las manos de Dios.
Pues en segundos, después de haber compartido esto, empezaron de nuevo las ofensas: “Esa vieja varicosa... La enferma de las venas... Qué bueno que se enfermó”.
Todas estas cuentas son obradoristas. Pero no causan enojo en mí ni tristeza ni me debilitan. Les he hecho saber, y creo que con eso los desarmo, que entiendo perfectamente que ellos no quisieran decirme tantas cosas tan terribles, pero que sé que trabajan de eso y viven de eso y que les pagan por ello. Así que no me lo tomo personal. Y de pronto, se desaparecen.
Sinceramente, si yo fuera obradorista y tuviera en mi poder el manejo de estas granjas de bots les diría que sus argumentos cada día caen más bajo y que lejos de beneficiar al presidente, lo tiznan más, como él dice.
Sé que México no es X. Me queda claro que el que no cuenta con acceso a la información es el que vota por Morena. Pero al menos contamos con esta red social para alzar nuestra voz.
En otros tiempos los mexicanos no teníamos la visibilidad que hoy tenemos para expresarnos. Ganaba el PRI porque el PRI tenía que ganar, con o sin trampas, con o sin suciedad, pero lejos estábamos de podernos pronunciar por ello.
Hoy en día, contando con las redes sociales en el marco de estas históricas elecciones, de veras que los que manejan las redes deberían de replantearse qué contenido están dando, porque el que están usando ahora no les está sirviendo de mucho.
Solitos se exhiben. Nadie más.
Aprecio que podamos tener esta plataforma y que todavía Elon Musk se mantenga firme ante el derecho por la libertad de expresión, pues noto que hay menos censura que hace un año por ejemplo.
Las redes sociales, quién lo diría, son el “enemigo” a vencer del presidente. Pero si no lo hace con inteligencia y prudencia, va a salir perdiendo más de lo que ha ganado en ellas.
Hace años intentó desmotivar y desalentar a la gente para que ya no usaran Twitter/X. Decía que la verdadera red social era Facebook. Y es que es más fácil meter comentarios y comentarios en Facebook. Reiteraba que la plataforma de Twitter era para conservadores fifís, como una forma de desviar la atención dirigida a esta plataforma para concentrarse en Facebook en donde ahí sí hay porras y vítores para el presiente, su esposa y su gabinete.
Pero sucede que Facebook ha ido perdiendo impacto. Y los jóvenes que se concentraron en TikTok ahora están emigrando a Twitter/X. Por eso el miedo.
Hace unos días tuiteé algo que tenía que ver con que los jóvenes no estaban enterados realmente de muchas cosas del pasado y un universo juvenil tuitero cuatroteista se vino encima de mí; de nuevo las ofensas y groserías pero ahora venían de jóvenes.
Entendí que ese nicho es preciadísimo por el presidente sino, pues no entiendo porqué tanto ataque. Y no es que yo tenga la verdad, pero sorprendentemente la gente me lee y eso es un honor para mí.
En fin, que nos toca vivir una elecciones donde también están en juego las plataformas digitales y las redes sociales. Esas que, a veces se pueden manipular, esas que ya no están siendo tan fácilmente manipulables.
Es cuanto.
Columna de Claudia Santillana en SDP Noticias
Foto Especial
clh