Una madre al volante: La historia de Norma Edith en la Ruta 29

Puebla, Pue.- Norma Edith Herrera Rosas, es una mujer con 55 años de edad, es una madre viuda de Israel y Ramses, quienes ya han completado sus estudios universitarios, por lo que se enfrentó a un nuevo desafío tras la pérdida de su esposo: convertirse en chofer del transporte público en la ruta 29.

Piden castigar en Puebla inducción al suicidio por plataformas digitalesPuebla: estas son las zonas más afectadas por los apagonesNorma es de una personalidad serena y eso lo demuestra al conducir, pero con un destello de alegría que aflora al narrar su historia, recuerda con pesar los momentos difíciles que enfrentó tras la pérdida de su esposo a causa de la Covid-19 durante la pandemia. Con la responsabilidad de ser ahora la cabeza de familia, tanto emocional como económicamente, se vio impulsada a tomar medidas drásticas para asegurar el futuro de sus hijos.

Por tal motivo y en entrevista con dicho medio, señala que su principal motivación fue solventar los gastos educativos de Ramses, quien estudió Estomatología.

Todos los días a bordo de la Ruta 29 la acompaña la imagen del gato Tom de la caricatura "Tom y Jerry", la cual es un constante recordatorio de sus hijos, por quienes se esfuerza día tras día.

El primer día en su nuevo trabajo hace aproximadamente dos años estuvo lleno de nervios y dudas, pero con valentía y determinación, Norma superó ese desafío. A pesar de las miradas sorprendidas de los usuarios al ver a una mujer al volante, y de sentir el peso de la responsabilidad de transportar personas, se mantuvo firme en su propósito.

Al paso del tiempo, Norma ha demostrado no solo la habilidad al volante y cuidado en el trato con los pasajeros, sino también un profundo respeto por las reglas de tránsito. Su compromiso y dedicación no pasan desapercibidos entre sus compañeros de ruta, quienes la apoyan y admiran por su esfuerzo sobresaliente.

Durante sus recorridos, ha construido lazos de amistad con los usuarios, especialmente con los estudiantes universitarios que viajan a diario en su ruta. Para ella, cuidar de ellos es una extensión de su instinto maternal y los saluda con la misma familiaridad con la que lo haría con sus propios hijos.

En un mundo donde los roles de género aún son motivo de debate, Norma Edith Herrera Rosas desafía los estereotipos y recuerda que la valentía y la determinación de una madre sobresale ante todo. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo el amor y el compromiso de una madre pueden superar cualquier obstáculo.

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Foto/Texto Alejandro Muñoz/EsImagen

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