Si la oficina de Claudia Sheinbaum reservó con anticipación suficiente, digamos en agosto, el gobierno de México pagó 14 mil 40 pesos por el boleto en la aerolínea COPA, en la cabina turista.
A la presidenta la acompañaron 4 personas, Juan Ramón de la Fuente, Luz Elena González, Teresa Mercado y Paulina Silva. Si la presidencia reservó con tiempo, el costo total del viaje fue de 72 mil 200 pesos. Conozco el dato porque en agosto pedí a una agencia de viajes una reserva a Río de Janeiro. Lo hice para un comentario sobre el tracking diario ClaudiaMetrics.
La aerolínea Copa, con escala en Panamá, era la opción más barata. Después Avianca, con escala en Bogotá. En tercer lugar American Airlines, con escala en Miami, y la opción más cara era Aeroméxico, con escala en São Paulo pero cambiando de línea aérea.
Si la oficina de Sheinbaum no reservó en agosto, entonces quizá pagó 28 mil pesos por boleto redondo. En total, 145 mil pesos. En lógica del Buen Fin, ese es un ahorro enorme para el pueblo de México: 145 mil pesos por cinco personas en aerolínea comercial contra 9 millones 200 mil pesos en, el por fortuna, ya inexistente avión presidencial.
Por cierto, es falso que en las aerolíneas comerciales el internet sea menos eficiente que en los aviones privados. El proveedor del servicio es el mismo. Mejorará pronto, cuando lo proporcione la empresa de Elon Musk, pero todavía no es una realidad.
Claudia y el cambio climático
Una mexicana que estudia en Estados Unidos su posgrado acerca de asuntos medioambientales escribió un apunte después del primer discurso de Claudia Sheinbaum en el G20. Transcribo el punto de vista de Paula Saavedra:
Una presidenta (POR FIN) que está consciente de que no hay opción más que la mitigación, adaptación y la LUCHA contra el cambio climático y todos sus efectos. Es un orgullo para Mexico escuchar la ambiciosa y muy relevante propuesta de reforestación de 15 millones de hectáreas de nuestra presidenta en el G20.
“Los árboles capturan [y almacenan] dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera… haciendo de la forestación un método de emisiones negativas” —cito a Osman, Ahmed I., et al. en “Plantando Árboles para Combatir el Calentamiento Global.” Cartas de Química Ambiental, vol. 21, 17 abril 2023.
Hoy más que nunca se necesitan este tipo de propuestas que impulsan cambios drásticos para mejorar el mundo. Ya no hay más tiempo para hacer las cosas a medias.
Impresionante que en la época en la que estamos todavía haya países que eligen presidentes que no creen en la ciencia y el cambio climático. Y a los mexicanos nos toca Claudia —con su espectacular background en física—. ¡Qué gran honor!
Claudia representa las mejores cualidades de la sociedad humana y nuestro progreso moral: ¡nos toma en cuenta a todos y a todas! Para ella son importantes los hombres, las mujeres, los grupos minoritarios, los niños y la educación, los animales, los arboles y los ecosistemas; no solamente el progreso económico, como era la norma en la política del pasado. Claudia nos lleva hacia adelante.
“La tragedia mundial que nos acecha”
Con ese título recibí una carta antibelicista firmada por más de 100 personas de distintos países latinoamericanos. Viene el caso citarla completa porque la propuesta de reforestación de Claudia tiene el objetivo no solo de mejorar el medio ambiente, sino también el de dejar de sembrar guerra para sembrar paz y vida. Enseguida el mencionado texto:
Vivimos en la actualidad el mayor número de conflictos internacionales desde el término de la II Guerra Mundial. A su vez, la prolongación de la Guerra de Ucrania y la dimensión del conflicto, cuya escalada pone en riesgo al mundo, no sólo ha hecho descender el nivel de paz a escala global, sino que hoy está presente el peligro de una guerra nuclear y en consecuencia constituye una amenaza para la preservación de la especie humana.
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que se extiende por más de dos años, se ha configurado como un grave duelo de poder entre Rusia y la OTAN, con Estados Unidos a la cabeza lo que implica una nueva etapa de la Guerra Fría, ahora con la Unión Soviética reducida a Rusia ya debilitada, todo ello en medio de una disputa por la hegemonía mundial que gira cada vez más hacia China y otras naciones, lo que ha alterado el sistema internacional, produciendo focos de agudos riesgos, así como el debilitamiento de Europa. Hay grupos de poder que postulan la idea de que esta conflagración no es tan dramática, inclusive si en el conflicto ingresan directamente otros países o coaliciones. Grave equivocación, de ocurrir esto se intensificaría el exterminio de miles de personas, así como los riesgos para el planeta, sin obviar que una guerra a gran escala perturbaría las economías de las distintas regiones del mundo ocasionando un incremento de la pobreza y extrema pobreza.
El otro frente potencial de una conflagración mundial es el que tiene lugar en Medio Oriente, donde está aconteciendo el genocidio del pueblo palestino. La política territorial expansionista del estado de Israel, en muchos sentidos semejante a la emprendida por los nazis contra los judíos en el siglo pasado, se realiza de manera brutal no sólo en la franja de Gaza, sino también en Cisjordania. Hoy la ocupación israelí avanza sobre Líbano y ha provocado el involucramiento de la República Islámica de Irán, fuertemente respaldada por Rusia, en el conflicto. El riesgo de un choque entre Estados Unidos e Israel contra Rusia e Irán vuelve factible que una guerra de alcance planetario tenga como escenario principal a Medio Oriente.
El ataque a los cascos azules en Líbano, así como las declaraciones de Netanyahu señalan que el gobierno de Israel desafía a la ONU, lo que muestra que para Israel es suficiente el apoyo de Estados Unidos y por lo tanto que la vía para detener la guerra es precisamente que Estados Unidos retire ese apoyo al genocidio perpetrado por el gobierno de Israel.
Pero si bien la vida común está en riesgo en cada territorio, los organismos internacionales y los estados están haciendo poco por preservar la estabilidad del derecho internacional y la paz entre las naciones. Los gobiernos latinoamericanos permanecen impertérritos, mientras que los europeos no han asumido su responsabilidad de contención del conflicto, ni han formulado sugerencias efectivas de un alto al fuego, por el contrario intentan atizar la guerra con la entrega de armas de alcance intermedio para atacar la profundidad de Rusia, ataques que de concretarse podrían ser el inicio de una escalada nuclear, basta un mínimo error de cálculo de algún actor político para que la agonía se precipite y ya sea tarde.
Esa actitud de los gobiernos contrasta con las multitudinarias manifestaciones a lo largo del mundo para detener el genocidio contra el pueblo palestino y la exigencia de paz. Por ello, se requiere que cada persona, con independencia de toda circunstancia, se sume a los movimientos sociales que se oponen a la guerra y a los conflictos armados, se necesita no solo realizar un gran llamado por la paz internacional, sino presionar a los gobiernos para que pongan fin a la guerra y la aniquilación, singularmente de la población civil. Se trata de informar, debatir, proponer iniciativas y movilizarse para lograr desde la sociedad una tregua por la humanidad. Requerimos que los líderes de hoy comprendan que la inmensa mayoría de la gente demanda la existencia de gobiernos, sistemas políticos y de representación que apelen a la racionalidad y el diálogo, que reconozcan los derechos universales de una ciudadanía que reclama el restablecimiento de la paz, como condición cultural de cada espacio de vida. Aún es posible tejer la paz y propiciar el diálogo de acuerdos básicos. Es la vida la que está en riesgo, son las conquistas civilizatorias de siglos las que se ponen en duda con la guerra.
Hacemos un llamado a iniciar un proceso de negociación por la paz entre Rusia y Ucrania, que preserve la vida de todas y todos sin distinciones, así como un alto al genocidio contra el pueblo palestino, en este proceso, Estados Unidos tiene la mayor responsabilidad. La lucha por la paz hoy, no es únicamente una expresión de solidaridad, sino un asunto de sobrevivencia de la humanidad.
Por todo esto pedimos que se difunda y firme esta declaración y las que apelen a un humanismo activo que impida la locura de una tercera guerra mundial. Quienes nos adherimos, manifestamos nuestra voluntad de construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, para todas y todos y para las futuras generaciones.
Lista de firmas declaración por la paz_ extendida:
- Magdalena Galindo (México)
- Patrivio Rivas (Chile)
- Emilio Cafassi (Argentina)
- Miguel Breceda (México)
- José E. Díaz (Uruguay)
- Jair Krischke (Brasil)
- Ricardo Canese (Paraguay)
- Alejandro Álvarez Bejar (México)
- Marialcira Matute (Venezuela)
- Carlos Demiguel ( Bolivia)
- Paulina Soto Labbé (Chile)
- Felix Hernández Gamundi (México)
- Naguy Marcilla (Argentina)
- Maria Luisa Battegazzore (Uruguay)
- Afonso Licks (Brasil)
- Josefina Morales (México)
- Carlos Filizzola (Paraguay)
- Isidoro Hugo Duarte (Venezuela)
- Claudio di Girolamo (Chile)
- Amado J. Cruz Malpica (México)
- Paula Klachko (Argentina)
- Luis Vignolo (Uruguay)
- Juan Nieves, (Brasil)
- Noemi Levy (México)
- Techi Cusmanich (Paraguay)
- Miguel Urrutia (Chile)
- Matías Caciabue (Argentina)
- Enrique Rajchenberg (México)
- Gabriela Cultelli (Uruguay)
- Pedro Luís Machado Sanches (Brasil)
- Juan Carlos Enciso Cubilla (Paraguay)
- Irma Eugenia Gutiérrez (México)
- Boris Silva (Chile)
- Alcira Beatriz Bonilla (Argentina)
- Julián González Guyer (Uruguay)
- Gastón Martínez (México)
- Demetrius Ricco Ávila (Brasil)
- Braulio González Salamanca (Chile)
- Mara Espasande (Argentina)
- Carmen Galindo (México)
- Iván Häfliger (Uruguay)
- Dario Martínez (Paraguay)
- Demetrio Hernández Mandiola (Chile)
- Edmer Santín (México)
- Juan Francisco Martínez Peria (Argentina)
- Diego Hernández Nilson (Uruguay)
- Odón Aníbal Martínez (Paraguay)
- Mónica Mora (México)
- Patricia Valenzuela Sandoval (Chile)
- Ana Laura Martino (Uruguay)
- Mariana Muñoz Galván (México)
- Eladia Saucedo (Paraguay)
- Rafael Venegas C. (Chile)
- Pável Granados (México)
- Julio Fernández Baraibar (Argentina)
- Gabriel Portillo (Uruguay)
- Germán Sánchez Daza (México)
- Soledad Saucedo (Paraguay)
- Jorge Romero (Chile)
- Ana María Muñoz (México)
- Néstor Gorojovsky (Argentina)
- Garabed Arakelian (Uruguay)
- Armando Aguirre Hervis (México)
- Marta Cisternas (Chile)
- Hugo Alberto Santos (Argentina).
- Citlalli Hernández Oliva (México)
- Juan Ángel Urruzola (Uruguay)
- Moncho Azuaga (Paraguay)
- Rodrigo Santín Hernández (México)
- Hernán Osorio (Chile)
- Gustavo Loigge (Argentina)
- Raúl Huerta García (México)
- Pedro Hernández (Uruguay)
- Carlos Sandoval (Chile)
- Emanuel Bonforti (Argentina)
- Génesis Gallardo (Uruguay)
- Gerardo Mendiola Patiño (México)
- Mirtha Oriz (Argentina)
- Antonio Elias Dutra (Uruguay)
- Emma Lorena Sifuentes Ocegueda (México)
- Horacio Caro (Argentina)
- Lucía Gutiérrez Casotti (Uruguay)
- Rafael López González (México)
- Roberto Fernández (Argentina)
- Ana Maria Araújo (Uruguay)
- Iván Santín Hernández (México)
- Analaura Vallcorba (Uruguay)
- Nathaly Selene López Uribe (México)
- Daniel García (Uruguay)
- José Armando Mora Valdez (México)
- Silvia Beatriz Batista Córdoba (Uruguay)
- Giovanna Neville (México)
- Eduardo Espino (Uruguay)
- Caroline Mantoy (México)
- Beatriz Abraira (Uruguay)
- Felipe Echenique March (México)
- Rubén García (Uruguay)
- José Neftalí Rosas Castillo
- Daniel Banina (Uruguay)
- Bernardo Nayari Wicab Sifuentes (México)
- Laura Balverde (Uruguay)
- Rebeca Yoma Medina (México)
- Daniel Corbo (Uruguay)
- Angélica García González (México)
- Humberto Antúnez (Uruguay)
- Carlos Flores de Dios (México)
- Fabián Muñoz Rojo (Uruguay)
- Obed Chávez Nuñez (México)
- Amalia Antúnez (Uruguay)
- Adolfo Francisco Voorduin Frappe (México)
