Puebla, Pue. - La llegada de un nuevo año se celebra en muchos hogares mexicanos con las tradicionales 12 uvas al sonar de las campanadas, pero para algunos, este momento representa una oportunidad más profunda para iniciar el ciclo con buena fortuna, salud y prosperidad.
Sheinbaum visitará Puebla para promover el programa “Pensión Mujeres Bienestar”Reducción de beneficiarios de "Jóvenes Construyendo el Futuro" en PueblaMás allá de las costumbres populares, hay quienes recurren a rituales y prácticas esotéricas para darle la bienvenida al 2025 con la esperanza de que los próximos 12 meses estén llenos de éxitos y bendiciones.
Rituales de purificación y prosperidad
Una de las tradiciones más conocidas es el famoso baño de hierbas y flores, utilizado como medio para limpiar las energías negativas y atraer buena suerte. En este ritual, las personas preparan una infusión con pétalos de rosa blanca, albahaca y ruda, ingredientes conocidos por sus propiedades de protección y purificación.
El agua, que debe ser preparada con antelación y a la luz de la luna llena, se utiliza para un baño que promete no solo limpiar el cuerpo, sino también el espíritu. Quienes practican este ritual creen que la luna llena tiene el poder de amplificar las intenciones de renovación y limpieza energética, comenzando así el nuevo año con una “vibración” más positiva.
Otra práctica común es la limpia del hogar. Este ritual, que se realiza con sahumerios de copal o incienso de mirra, tiene la intención de renovar las energías del espacio donde se habita.
Quienes lo realizan aseguran que el humo tiene la capacidad de purificar la casa, eliminando lo negativo acumulado durante el año viejo y abriendo paso a nuevas oportunidades. Durante este proceso, es importante recorrer todos los rincones de la casa mientras se recitan oraciones o pensamientos positivos, buscando transformar el ambiente en un lugar cargado de buena energía.
La escritura como herramienta de manifestación
Otro de los rituales que cobra fuerza cada fin de año es el de escribir las intenciones y deseos para el nuevo ciclo. Bajo la creencia de que manifestar lo que se desea puede acelerar su realización, muchas personas aprovechan la última noche del año para escribir en una hoja sus metas y propósitos.
Al hacerlo bajo la luz de la luna, se considera que se potencia la fuerza de esas intenciones. Para finalizar el ritual, se guarda la hoja con los deseos debajo de la almohada o en un lugar especial, como símbolo de compromiso con lo que se ha planteado para el futuro.
Simbolismo de la abundancia: las lentejas en la cartera
Una de las tradiciones más sencillas pero cargadas de simbolismo tiene que ver con las lentejas. Este grano, que en diversas culturas se asocia con la abundancia y la prosperidad, es colocado en la cartera o billetera en la víspera de Año Nuevo.
Según quienes siguen este ritual, las lentejas atraen la prosperidad económica para el próximo año. Este pequeño gesto es interpretado como una forma de "invitar" la abundancia y asegurarse de que el dinero fluya durante los meses venideros.
La meditación: un acto de gratitud y apertura
Además de los rituales más tangibles, hay quienes prefieren la meditación como una forma de prepararse para el nuevo año. Este acto de reflexión no solo se basa en agradecer por las experiencias vividas, sino también en abrirse a las nuevas oportunidades que vendrán.
Durante algunos minutos, se recomienda visualizar un año lleno de bendiciones, dejar atrás lo negativo y hacer espacio para lo nuevo. Muchos creen que esta práctica mental puede ser tan poderosa como cualquier otro ritual físico, ya que se centra en la energía interna y en la intención personal de crecimiento.
Un Año Nuevo lleno de posibilidades
Si bien estos rituales están profundamente arraigados en la tradición mexicana y tienen un fuerte componente cultural y espiritual, es importante recordar que no son exclusivos de un solo grupo o creencia.
Cada persona puede elegir cómo recibir el Año Nuevo, según su propia interpretación de la espiritualidad y la tradición. Sin importar cuál sea la práctica, lo esencial es el acto de reflexión, el deseo de superación y la voluntad de enfrentar los retos del nuevo año con optimismo.
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xmh
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