Acapulco, Gro.- A más de un año del paso devastador del huracán Otis, las secuelas en Acapulco siguen siendo evidentes, especialmente en el ámbito comercial. Más de 348 empresas, de diferentes sectores, continúan cerradas y sin señales de actividad. Un claro ejemplo de este estancamiento es el antiguo edificio que albergó la tienda departamental Woolworth, ubicado en la avenida Cuauhtémoc, en pleno primer cuadro de la ciudad.
El inmueble, que por años fue un centro comercial de referencia en la zona, permanece ahora en un estado de total deterioro. La infraestructura del lugar sufrió graves daños durante el paso del huracán, y aunque las ventanas y puertas están cubiertas con tablas, esto solo ha facilitado la ocupación de los espacios por vendedores ambulantes, quienes utilizan esos mismos tableros para exhibir mercancía.
La imagen del lugar contrasta con la de su apogeo, cuando la tienda era un punto de referencia para locales y turistas. Hoy, la banqueta está invadida por comercios informales, mientras que la tienda departamental sigue inactiva y con el paso del tiempo, su deterioro es cada vez más visible.
De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Alejandro Martínez Sídney, este es solo un ejemplo de las más de 348 empresas que permanecen cerradas en Acapulco tras los daños sufridos por Otis. En su mayoría, se trata de hoteles, centros comerciales, restaurantes y tiendas que, a pesar de los esfuerzos por reactivar la economía local, siguen sin poder abrir sus puertas. "Al menos 348 empresas las tenemos detenidas sin ninguna actividad comercial, debido a una mezcla de factores como la falta de reconstrucción, problemas legales y temas patrimoniales", señaló Martínez Sídney.
El impacto va más allá del cierre de estos negocios. La situación ha dejado a más de mil trabajadores sin empleo, una realidad que aún no se ha podido revertir. Los efectos económicos de este parón son una herida difícil de sanar para muchos de los afectados, quienes dependen de estas empresas para su sustento.
Mientras tanto, Acapulco sigue luchando con la reconstrucción, y aunque en muchas zonas ya se están llevando a cabo trabajos de restauración, hay áreas como esta, en el corazón de la ciudad, que parecen haber quedado olvidadas. La reactivación de estos comercios cerrados es clave no solo para la economía local, sino también para recuperar la vitalidad que Acapulco alguna vez tuvo como destino turístico y comercial de gran importancia.
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foto cortesía
xmh
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