CDMX. - En una noche llena de nostalgia y energía, Fito Páez hizo su regreso triunfal al Zócalo de la Ciudad de México, donde ofreció su primer concierto de 2025. Con una capa roja que combinaba perfectamente con la iluminación del escenario, el cantante argentino celebró con su público capitalino un evento que había quedado pendiente desde el año pasado, debido a un accidente que lo obligó a cancelar sus presentaciones en septiembre.
Lupita Cuautle no anticipa cambios en los 100 díasEjército, Guardia y Defensa Nacional fortalecen trabajo a favor de la seguridad en Puebla"Qué hermosura estar aquí", exclamó Fito al inicio de su show, mientras el público le respondía con un entusiasmo palpable.
El evento, que formó parte de la gira "El amor después del amor", estuvo acompañado por las bandas El Juguete Rabioso y Rey Pila, quienes fueron los encargados de abrir el espectáculo. Desde el primer acorde de "El amor después del amor", los miles de asistentes se entregaron al músico, cantando al unísono con su ídolo.
Una deuda saldada con sus fans
Este concierto representó una especie de "deuda saldada" por parte de Fito Páez con su público mexicano, ya que el artista no había podido cumplir con las fechas programadas en 2024 debido a su accidente. Pero la espera valió la pena, y en el Zócalo capitalino, Fito y sus fans hicieron un viaje en el tiempo a través de sus más grandes éxitos.
"Por favor, ahorren energía, la van a necesitar", bromeó Fito con los asistentes, quienes lo recibieron con vítores y gritos de emoción. Durante el espectáculo, el músico compartió una de las canciones más emblemáticas de su carrera, "11 y 6", de su álbum Giros (1985), y el público lo acompañó, casi como si de un solo coro se tratara.
La energía del lugar se elevó con cada interpretación, especialmente cuando Fito hizo sonar su piano en temas como "Dos días en la vida" y "Un vestido y un amor", que desataron aún más la conexión con su público.
La magia del Zócalo
La velada también estuvo marcada por la tradición de encender las luces de los celulares. En "Brillante sobre el mic", Fito invitó a los asistentes a iluminar el Zócalo con sus teléfonos, creando un mar de luces que acompañó la música de manera simbólica, como se hace en otras ciudades de la gira. Fue una de esas imágenes que quedarán grabadas en la memoria colectiva de los miles que estuvieron presentes esa noche.
La recta final del concierto fue un estallido de emoción con la interpretación de "Ciudad de pobres corazones", una de las canciones más poderosas de su discografía, que fue acompañada por un solo de guitarra que se extendió por varios minutos. El espectáculo continuó con "Dar es dar", una canción dedicada a Elsa, una mujer que Fito describió como su "madre putativa mexicana", y con "Mariposa Tecknicolor" y "Y dale alegría a mi corazón", que fueron coreadas sin cesar por el público.
Un adiós lleno de cariño
Con la lluvia de papeles de colores cayendo sobre el Zócalo y una última ovación de pie, Fito Páez agradeció a su público: "Gracias por este gran honor. Por habernos recibido", expresó. "Lo mejor para este año, para la próxima era y para los próximos futuros". La noche culminó con el público cantando a capella el coro de "Y dale alegría a mi corazón", mientras Fito, emocionado, les agradecía el cariño.
Este show en el Zócalo no solo fue un repaso por los grandes éxitos de Fito Páez, sino también una antesala a los próximos conciertos que ofrecerá en el Auditorio Nacional los días 21 y 22 de enero, y en el Auditorio Telmex de Guadalajara el 26 de enero. Los fans mexicanos siguen demostrando que Fito Páez es un artista que siempre tiene un lugar especial en su corazón.
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