Colombia. - La creciente tensión entre Colombia y Estados Unidos ha tomado un nuevo giro con la reciente medida anunciada por el presidente colombiano, Gustavo Petro.
Suspenden plebiscito en una comunidad de TexmelucanVIDEO América vence a León y mantiene paso perfectoEn un acto de firmeza frente a lo que considera un trato “inhumano” hacia los migrantes colombianos y brasileños deportados, Petro ha decidido imponer un 50% de aranceles a las importaciones provenientes de EE. UU., como respuesta a las políticas migratorias y las declaraciones encontradas entre ambos gobiernos.
La controversia comenzó cuando Petro se opuso al aterrizaje de aviones estadounidenses en Colombia, los cuales transportaban a ciudadanos colombianos deportados de EE. UU. El mandatario colombiano calificó de inaceptables las condiciones en las que los deportados eran transportados, señalando que algunos de ellos iban atados de pies y manos, sin agua durante el vuelo. Este trato fue rechazado por Petro, quien dejó claro que Colombia “se respeta” y no toleraría tal humillación para sus connacionales.
Por su parte, el gobierno estadounidense, a través del secretario de Estado, Marco Rubio, acusó a Petro de haber dado inicialmente su aprobación para que los aviones aterrizaran en Colombia, pero de haber cambiado de opinión cuando los vuelos ya estaban en camino. Rubio aseguró que las acciones de Colombia contradecían los acuerdos previos y que Estados Unidos seguiría reforzando su seguridad fronteriza, sin ceder ante las críticas externas.
Sin embargo, Petro se mantuvo firme en su postura, insistiendo que Colombia solo recibiría a los deportados en vuelos comerciales y, en un acto simbólico, ofreció el uso de su avión presidencial para traer a los colombianos de vuelta, garantizando que su regreso se realizaría con dignidad.
Este desacuerdo diplomático se ha intensificado con la implementación de medidas arancelarias por parte de ambos países. En un primer paso, Estados Unidos impuso un arancel del 25% a las importaciones colombianas, lo que generó una inmediata reacción de Petro.
El presidente colombiano respondió con la imposición de un 50% de aranceles, un aumento significativo, que refleja la gravedad de la disputa. Con estas acciones, ambos países se adentran en una guerra comercial que podría tener repercusiones económicas y políticas a largo plazo.
La situación ha generado un debate sobre las relaciones entre ambas naciones, especialmente en un momento en que la migración y las políticas de seguridad fronteriza se han convertido en temas candentes. Si bien algunos sectores en Colombia han apoyado la postura de Petro, otros temen que esta confrontación afecte la economía del país, dada la dependencia de Colombia en sus exportaciones hacia Estados Unidos.
Por ahora, la disputa continúa sin visos de una pronta solución. Lo que comenzó como una discusión sobre los derechos de los migrantes colombianos deportados ha escalado en una crisis diplomática con consecuencias económicas que podrían ir mucho más allá de las fronteras de ambos países. La incógnita es hasta dónde llegará este enfrentamiento y qué impacto tendrá en la relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos en el futuro cercano.
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xmh
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