Hasta David Colmenares han llegado las grillas de los aspirantes a la ASE

Los favoritos de la 4T poblana siguen haciéndose pedazos por hacerse de la titularidad de Auditoría Superior del Estado y sus grillas las han llevado hasta la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Ahí estuvo la semana pasada, por ejemplo, el diputado Gabriel Biestro Medinilla, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, quien se entrevistó con el Auditor Superior de la Federación, David Rogelio Colmenares Páramo.

Biestro fue a sondear si don David Colmenares quería recomendar o vetar a uno de los ocho aspirantes que aún quedan para la ASE.

Y ahí pudo percatarse que el titular de la ASF estaba muy bien enterado de cómo ha transcurrido el proceso y de quiénes estaban en la recta final y en el ánimo de la 4T.

Y también de las no muy buenas referencias que tiene o le han hecho llegar de uno de los favoritos para ocupar el cargo: Francisco Romero Serrano.

No por nada le preguntó al diputado Gabriel Biestro sobre los conflictos de interés que podrían generar algunos candidatos que además de ser auditores externos militan o están muy cerca de Morena y la 4T.

En la conversación también se habló de un paisano de don David Colmenares que labora en la Auditoría Superior de la Federación y que no hace mucho fungía como operador de medios nacionales del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta: Juan Carlos Díaz Carranza.

Sobre este último se sabe que Romero Serrano pretende descarrilarlo, argumentando que no cumple con el requisito de residencia, ya que no es poblano y tampoco vive en Puebla, sino en la Ciudad de México, amén de que en 2016 cuando obtuvo una notaría en Oaxaca dijo que residía en esa entidad.

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Con todo y que los diputados locales de la 4T son mayoría en el Congreso del Estado, no les será fácil sacar al Auditor Superior del Estado si no hacen un esfuerzo por impulsar un candidato de consenso.

Y es aquí donde se complican las posibilidades de algunos aspirantes que aunque son favoritos no logran convencer al resto de los grupos parlamentarios.

El Auditor Superior del Estado debe ser nombrado por mayoría calificada, es decir por las dos terceras partes de los 41 diputados de la LX Legislatura, es decir por al menos 27 votos.

Y Morena, el PT y el PES apenas cuentan con 22 votos o 23 si además suman al diputado del PVEM.

Eso significa que los legisladores de la 4T corren el riesgo de que sus favoritos no alcancen la mayoría calificada y queden eliminados, ya que tendría que proponerse una segunda terna en la que no podría figurar ninguno de los incluidos en la primera terna.

Interesante, ¿o no?

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