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Viernes, 29 de Marzo de 2024

Un poblano, pionero del cine nacional

20 Septiembre, 2021
Raúl Torres Salmerón

Un poblano, desconocido por muchos, Enrique Rosas Aragón, fue el primer realizador de películas mexicanas como El Automóvil Gris en 1919  y que además formó una familia de cinematografistas que perdura a la fecha, con su hijo Alfonso Rosas Priego y su nieto del mismo nombre, quienes han dado lustre al cine nacional. 

Dionisio Enrique Rosas Aragón, nació el 8 de abril de 1875 en Puebla y falleció el 9 de agosto de 1920 a los 45 años de edad. 

Fue el primer Director de Cine y estuvo activo de 1903 a  1919. Fue el pionero del cine mexicano, destacó como realizador, guionista, montajista y productor. Fundó, con Mimí Derba, la primera productora de cine en México, la empresa  Azteca Films. Su cinta más representativa es El Automóvil Gris, filmada en 1919.​ 

De acuerdo al abogado Alberto Atilio Peralta Merino, el inicio de Rosas Aragón como pionero en la industria cinematográfica tiene su origen en la fotografía, la cual le permitió tener diversas exhibiciones y una entrada al periodismo con una de sus exhibiciones vistas al día siguiente de la inundación de Guanajuato en 1905.  

Un año después filmó las Fiestas Presidenciales en Mérida. Sin embargo, su emprendimiento como realizador comenzó un par de años antes con el cortometraje titulado Aventuras del Sexteto Uranga en 1903, acompañada en años posteriores con otros cortometrajes como El Rosario de Amozoc  de 1909 y en 1917, con Azteca Films, tendría participación de dirección técnica en La Soñadora.  

Un rasgo característico de Rosas fue el cine de ficción reflejado en diversas de sus obras. Sin duda, el filme más representativo fue El Automóvil Gris en 1919. Dicha película se considera el proyecto monumental referente al cine mudo mexicano. Ha sido considerada su obra más compleja y mejor realizada. 

Dentro de filmografía, destacan El Automóvil Gris (1919), donde fue codirector, productor, guionista, fotógrafo y editor; Emiliano Zapata en Vida y Muerte (1919), director, productor, fotógrafo y editor. 

Fue productor de Sepelio de Quinito Valverde y del Aviador Arnaldo Paniagua (1918); Alma de Sacrificio (1917); En Defensa Propia (1917); En la Sombra (1917); Entre la Vida y la Muerte (1917); La Soñadora (1917); La Tigresa (1917) y Decena Trágica (1913). 

Realizó decenas de documentales y tomas de obras de teatro, noticias de varis partes del País y corridas de toros y despedida de Rodolfo Gaona, y de la Revolución Mexicana. 

Sobre Puebla hizo las películas Incendio del Teatro Guerrero de Puebla (1909) y El Rosario de Amozoc (1909) donde fue director, productor, guionista, fotógrafo y editor. 

Su hijo, Alfonso Rosas Priego, nacido en México, D. F. en 1915 y fallecido en 1987, fue empresario y productor cinematográfico. Ingresó a la industria cinematográfica como productor en 1944 con la película Una Sombra en mi Destino, protagonizada por Andrea Palma. En 1942 fundó su empresa Producciones Rosas Priego y en 1965 Producciones Cinematográficas. 

EL NIETO DE ROSAS ARAGÓN 

No hay decadencia en el cine latinoamericano, dice a Prensa Latina Alfonso Rosas Priego, abogado y cineasta, nieto del poblano Enrique Rosas Aragón, además  de rechazar una visión catastrófica en tiempos de Covid-19. 

Con la autoridad y el derecho que le da haber sido en dos ocasiones Presidente del Comité de Premiación de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, que entrega los premios Ariel, el nieto del fundador del cine mexicano e hijo de Alfonso Rosas Priego, estimó que México es por antonomasia pionero del cine latinoamericano. 

Tiene tres títulos Doctor Honoris Causa, es fundador y docente del Instituto Cultural Fílmico, Presidente de Producciones Rosas Priego y de Cine Producciones Internacionales, Director de Producciones Rual, Cinematográficas, Minerva Producciones y Trade de México. 

También es vicepresidente de la Asociación de Productores y Distribuidores de Películas Mexicanas, en varios períodos de 1970 a 1997 y de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica entre 1982 y 2013. 

CURIOSIDADES SOBRE EL AUTOMÓVIL GRIS 

Otros datos señalan que Enrique Rosas nació en Puebla en 1877 y a los 22 años se mudó a la Ciudad de México y decidió que era momento de cambiar la sastrería por el cine. Junto con Carlos Mongrand y Salvador Toscano, se convirtió en uno de los cinematógrafos ambulantes más importantes de la Revolución Mexicana. 

Hay ocho datos curiosos sobre El Automóvil Gris, dirigido por Rosas, Joaquín Coss y Juan Canals de Homs. 

-Es considerada la película más famosa del periodo silente del cine mexicano. 

-Originalmente fue lanzada como una serie de 12 episodios con una duración estimada de entre tres y cuatro horas. 

-Tras la llegada del cine sonoro, el serial fue reeditado en 1933 y 1937 para agregarle diálogos, música y efectos de sonido. Además, fue editado para durar sólo 111 minutos. 

-Está basada en una serie de robos ocurridos en la Ciudad de México en 1915, donde un grupo de ladrones aprovecharon el caos de la Revolución Mexicana para robar las casas de las familias más ricas. Una vez que completaban el atraco, huían en un Fiat color gris. 

-Es considerado el primer docudrama, basado en los registros de Miguel Nocoechea, el reportero que cubrió los hechos y las notas de Jan Manuel Cabrera, Asistente del Jefe de Policía encargado de la investigación. Ambos colaboraron en el guion y Cabrera se interpretó a sí mismo en la película. 

-El Automóvil Gris se filmó en las locaciones reales donde ocurrieron los hechos e incluyó las tomas, captadas por Rosas en 1915, del fusilamiento de los integrantes de la verdadera Banda del Automóvil Gris. 

-Se estrenó en diciembre de 1919 y rompió los récords de taquilla de aquél tiempo. Llegó a exhibirse en 19 recintos simultáneamente y cada lugar recibía diariamente a un promedio de 40 mil 233 personas. Además, obtuvo el estreno más grande fuera de la Ciudad de México, al recaudar 4 mil 12 pesos en Veracruz. 

-Los fragmentos eliminados de la versión original actualmente no existen y es imposible recuperarlos. 

En fin, como escribió Mario Benedetti (Uruguay, 1920-2009),  en su poema En Blanco y Negro: 

Los mendigos anónimos 

vienen del cine mudo 

posan en blanco y negro 

en la mano extendida 

en el platillo estéril 

en la gorra tumbada. 

 

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