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Jueves, 18 de Abril de 2024

El priismo en Puebla a un paso del infierno...unos contra Alito y Camarillo, otros doble cara

22 Junio, 2022
Gerardo Pérez García
Con manipulación, control y férreo cacicazgo que ejerce desde 2016 de la estructura, nomenclatura y organizaciones, “El Pastor” Jorge Estefan Chidiac, con “su cordero” Néstor Camarillo Medina, lleva al PRI, como a su militancia, al suicidio electoral y a un paso está de ingresarlo al infierno político.
 
A tal grado llega la descomposición al interior del Revolucionario Institucional, que viejos cuadros decidieron silenciosamente alzar la voz al RECHAZAR FIRMAR el desplegado que publicó -este lunes- el Comité Directivo Estatal, a plana entera en El Sol de Puebla, que suscribió “el líder” -¿del huachicol?- Néstor Camarillo.
 
Los ex candidatos al Gobierno de Puebla, Enrique Doger Guerrero y Alberto Jiménez Merino y el ex dirigente estatal del PRI, Lorenzo Rivera Sosa… NO RUBRICARON el escrito.
 
Tampoco lo hicieron 11 presidentes municipales -de los 56 que tiene-, entre los que está la alcaldesa de Xicotepec de Juárez, Guadalupe Vargas Vargas.
 
Y algunos de los que SÍ LO signaron llevan un doble juego político.
 
De día “juran amor eterno” al PRI.
 
Y de noche traicionan a su alma mater política.
 
¿O no es así Melquíades Morales Flores?
 
¿O no es así Juan Carlos Lastiri Quirós?
 
¿O no es así Jorge Estefan Chidiac?
 
¿O no es así Javier Casique Zárate?
 
Melquíades Morales desde su gobierno -1999/2005- no dudó en apoyar a su “ahijado político” Rafael Moreno Valle Rosas, a quien hizo poderoso Secretario de Finanzas y Desarrollo Social, y hasta el último minuto jugó para que fuera su sucesor en Casa Puebla.
 
Solo que en el camino se les cruzó Mario Marín Torres, quien le arrebató la candidatura a Melquíades.
 
Más en 2010, Los Morales Flores cobraron la factura y respaldaron con todo la campaña de Moreno Valle, abanderado del PAN, traicionando al PRI como a su candidato Javier López Zavala.
 
Lo mismo hicieron en el proceso gubernamental de 2016 al apoyar al neopanista José Antonio Gali Fayad y dieron la espalda a Blanca Alcalá.
 
Situación similar está Juan Carlos Lastiri, que le debe carrera, posiciones y fortuna al PRI, incluso fue subsecretario federal de Sedesol y Sedatu en la administración de Peña Nieto, legislador, presidente del PRI en el Estado y actual dirigente de la CNOP, organización de membrete y en vía de extinción.
 
Lastiri Quirós, desde su posición en el gobierno federal no escatimó recursos
extraordinarios para el gobierno morenovallista.
 
Y en 2018 apoyó la candidatura de Martha Érika Alonso Hidalgo.
 
Y en 2019 se entregó al morenista Luis Miguel Barbosa Huerta.
 
Y el lunes pasado, Juan Carlos Lastiri firmó el desplegado del PRI poblano en adhesión a su líder nacional Alejandro Moreno Cárdenas.
 
Ni qué decir del “Pastor” Estefan, que de gritar a los cuatro vientos su lealtad a Manuel Bartlett, quien lo hizo Secretario de la Contraloría y Diputado Federal, y lo salvó de ir a la cárcel por el fraude que cometió a Banca Somex, terminó por traicionarlo.
 
En 2016 “casualmente” arribó a la dirigencia estatal del PRI, y desde ahí operó para que su concuño José Antonio Gali Fayad, abanderado del PAN al Gobierno de Puebla, ganara a la priista Blanca Alcalá.
 
Desde ese año, hasta el día de hoy, controla Jorge Estefan al PRI estatal, teniendo a “su cordero” Camarillo al frente del tricolor.
 
Ése es el PRI de Puebla que respalda al presidente del Comité Ejecutivo Nacional, Alejandro Moreno.
 
Esos son los “priistas” que se “desgarran” las vestiduras por su partido.
 
Esos son los “priistas” que han hecho carrera política y fortuna gracias a su partido.
 
Esos son los “priistas” que ayer se entregaron al morenovallismo.
 
Esos son los “priistas” que hoy están sumisos al barbosismo.
 
Esos son los “priistas” que firman una carta de adhesión a Alito, quien al igual que ellos,
entregó su Estado, Campeche, a Morena, y quien en lo oscurito había negociado votar a favor de la Reforma Eléctrica y de última hora rompió el acuerdo con Palacio Nacional, pues su ambición no tenía límite.
 
De ahí la interrogante:
 
¿Con esas “cartas credenciales” el Revolucionario Institucional poblano tendrá alguna posibilidad de ganar el Gobierno en 2024?
 
¿Podrán borrar del imaginario que el ex mandatario Mario Marín está en prisión?
 
¿Qué el ex candidato al Gobierno en 2010, Javier López Zavala, está en la cárcel por presuntamente ser autor intelectual del asesinato de su ex pareja Cecilia Monzón?
 
¿Qué sigue para el PRI?
 
¿El infierno’?
 
¿El purgatorio?
 
¿Ser la cola del ratón?
 
Al tiempo.

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