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Miércoles, 24 de Abril de 2024

Papatlazolco: Se entregó por remordimiento de conciencia

27 Junio, 2022
Leticia Montagner

Aunque usted no lo crea, en el caso del linchamiento del joven abogado Daniel Picazo el pasado 10 de junio en Papatlazolco, Huauchinango, en la Sierra Norte de Puebla, uno de los participantes implicados en el trágico suceso, se entregó por remordimiento de conciencia a la Policía Ministerial.

De acuerdo al periodista Carlos Castelán, Director del Noticiario de la Sierra Norte, Silverio N, el detenido número ocho como presunto implicado en el caso conocido allá como La Noche de Papatlazolco, no fue detenido por la Policía como se ha publicado, además de que la Fiscalía del Estado en un parte oficial así lo dijera, sino que el hombre fue a entregarse.

Incluso en la nota publicada en el Noticiario de la Sierra Norte luego de los hechos, fue sustentada en comentarios de testigos presenciales quienes dijeron que, en el momento de la detención, el hoy indiciado Silverio Maldonado Jiménez de 20 años de edad estaba afuera sentado esperando a alguien o algo.

Y efectivamente, informó Carlos Castelán, estaba esperando a que lo arrestaran, ya que momentos antes había llegado hasta la puerta de la Casa de Justicia y habló con el vigilante al que dijo escuetamente: “Vengo a entregarme por el asunto de Papatlazolco”.

Un familiar del joven Silverio, de 20 años de edad, comentó a uno de sus reporteros que el joven le pidió acompañarlo hasta la Casa de Justicia ya que iría a entregarse por el asunto de La Noche de Papatlazolco. Le comentó que no quería andar así, que estaba arrepentido de lo que hizo y que debería pagar su delito.

El pariente del chico le habló al joven, tratando de entender el papel que le había tocado desempeñar y ante la insistencia del joven para ir a entregarse optó acompañarlo hasta la Casa de Justicia.

Allí afuera, el hombre todavía le preguntó al chico si estaba seguro de lo que iba a hacer, a lo que contestó que sí, que no iba a vivir con el peso de esta culpa. El familiar, quien pidió no ser mencionado por su nombre, dijo que le escribió en un pedazo de papel que debería preguntar por el Agente del Ministerio Público y declararía lo acontecido esa fatídica noche.

El joven entonces se encaminó, habló con el vigilante y le dijo que iba a entregarse por el asunto de Papatlazolco.

Acto seguido, el empleado entró al edificio y avisó sobre esta persona y fue entonces cuando salieron los agentes ministeriales, le gritaron que se parara y se pusiera contra la pared con las manos atrás, lo esposaron y lo metieron al edificio.

Mientras el familiar, que observaba desde lejos, con la cabeza hecha un mar de preguntas y los ojos anegados, admirando la determinación del joven, optó irse caminando y desde lejos volteaba para ver como el joven asumía su responsabilidad.

El familiar de Silverio, con voz entrecortada señaló que, efectivamente, tiene el deber de pagar el daño que ocasionó y sólo esperan la sentencia que le dictará el juez por este terrible delito.

Con esto se aclaró la duda sobre el porqué Silverio se encontraba afuera de la Casa de Justicia, sentado, como muchos otros vecinos que allí estaban.

Habría que tratar de entender la decisión de este chico para entregarse a la autoridad, a sabiendas de que su vida dio un giro completo, pero en los hechos, los analistas reconocen que es más fácil perdonar a otros que perdonarse a uno mismo.

El peso de la culpa mal manejado puede llegar a convertir la vida de las personas en un infierno, en algo muy complicado, más aún cuando vivimos en un mundo lleno de condenación, donde muchas acciones, cosas y personas tienden a señalar directamente o sotto voce nuestros errores.

Hasta aquí la versión del Noticiario de la Sierra Norte. ¿Usted qué opina de la conducta del joven, lector?

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