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Lunes, 6 de Mayo de 2024

En el Cobach usan a pasantes para sustituir a académicos de tiempo completo

26 Septiembre, 2022
Fermín Alejandro García

Como parte de una crisis en el Colegio de Bachilleres de Puebla (Cobaep) que va escalando, se ha llegado a un exceso que provoca todo demérito académico de la institución, que es sustituir a profesores de base, algunos de ellos de tiempo completo, por alumnos pasantes de diferentes universidades, a quienes se les entrega cargas de horas clases a cambio únicamente de liberarles el servicio social.

El problema de fondo inició cuando hubo cambio de director general del Cobaep, al ser sustituido Santos Alfonso Serrano –un hombre que siempre ha laborado en el colegio— por Arturo Rodríguez Ballinas, un personaje ajeno al desarrollo de la institución. Al darse ese relevo, los nuevos nombramientos de directores y encargados de área de las oficinas centrales no estaban acordes a los perfiles de los cargos.

De tal manera que llegaron nuevos directivos que, en el mejor de los casos, eran personas que no tenían experiencia en labores pedagógicas, en administración escolar o planeación académica. En el peor de los casos, se designaron a personas que no tenían el grado de licenciatura, algo grave en una institución educativa.

Sin embargo, se creyó que ese problema no pasaba del ámbito de la administración central del Colegio de Bachilleres, pese a que han brotado múltiples conflictos por la incompetencia de varios directores, como fue el hecho de que se les olvidó que la institución cumplía 40 años de vida y no se hizo conmemoración alguna.

Sorpresivamente al arrancar el segundo semestre escolar de este año, se ha extendido el vicio antes descrito al área más importante del colegio que es: la enseñanza que se les brinda a más 5 mil estudiantes de educación media superior.
 

Tradicionalmente un rubro que antes se le daba especial atención cuando se hacía la programación académica por semestre era el de los profesores que, por problemas de salud, de superación profesional o motivos personales, obtenían un permiso para ausentarse del curso sin goce de sueldo o por una incapacidad médica.

Entonces se procedía a seleccionar entre la plantilla de docentes en funciones a los que podían sustituir a los profesores ausentes, pagándoles un salario adicional por las horas que fueran a cubrir.

Ahora la directora académica, Dzoara Corona Rojas, y la subdirectora de Planeación Académica, Angelina Balbuena Flores, cambiaron las reglas. Han convocado a las universidades a que propongan a alumnos pasantes para que sustituyan a los maestros que están con permiso.

Lo interesante del caso, no es solamente que se llame a personas con nula experiencia como docentes, sino que no se les ofrece pago alguno por atender a los grupos de alumnos que les sean asignado.

La única recompensa es: liberarles la carta de servicio social, sin importar si cumplieron o no con el proceso de enseñanza de los alumnos que les tocó atender.

Esa modalidad de sustituciones ya empezó a operar. Pusieron a dos pasantes a cubrir a maestros de medio tiempo o tiempo completo en el plantel de San Martín Texmelucan. Otros dos en Chachapa y uno más, en Tlaxcalancingo.

Y hay una larga lista de profesores que deben ser sustituidos en estos días y también ya hay muchos pasantes esperando que les asignen las clases de los profesores en cuestión.

Este cambio, es un acto de desprecio, de discriminación, hacia los alumnos del Colegio de Bachilleres. El ponerles maestros improvisados, sin capacidad pedagógica, sin experiencia profesional, sin la madurez para hacerse cargo de la enseñanza de muchachos de nivel media superior.

Es como decirles a estos alumnos que, por no acudir a una escuela privada, por ser de una institución pública, no hay interés de educarlos bien y entonces se pone a “cualquier hijo de vecina” a darles clases.

La molestia por la manera en que se está actuando ya provocó un fuerte malestar entre los profesores, al percatarse que se sustituyen a maestros de tiempo completo, con larga experiencia, por alumnos sin ningún antecedente como docentes y tal vez sin la más mínima capacidad de dominio de los conocimientos. Consideran que es un grave retroceso académico del Colegio de Bachilleres.

Sobre todo, porque en 2017 se hizo “una limpia” de maestros que no estaban titulados o que incluso no habían terminado la educación superior. A muchos se les dio de baja y a otros se les dio un plazo para obtener el grado académico que demandaba sus cargos de profesores.

Ahora con este cambio impulsado por la dupla de Dzoara Corona y Angelina Balbuena es regresar a los tiempos de la improvisación de maestros.

Otro aspecto que genera suspicacias y enojo es que con este sistema de sustitución queda una pregunta al aire:

¿Y qué se le hace al dinero que estaba programado para pagar los salarios a los maestros que, con anticipación o premura, pidieron una licencia temporal?

Pareciera que la dirección del colegio se quiere ahorrar esos fondos –con maestros improvisados—o alguien se quiere embolsar dichos fondos.

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