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Jueves, 25 de Abril de 2024

Les ofrecen piso parejo a los tres sindicatos que se disputan el Colegio de Bachilleres

9 Diciembre, 2022
Fermín Alejandro García

El año cierra en el Colegio de Bachilleres de Puebla (Cobaep) con una fuerte disputa entre tres sindicatos que buscan controlar la relación laboral de los poco más de 5 mil trabajadores de la institución, luego de un largo periodo en que hubo un vacío y una ausencia de alguna organización gremial que defendiera los derechos de maestros y personal administrativo.

Esa situación ha dado un giro de 180 grados luego de que –el pasado 1 de diciembre— fue nombrada Aurelia García Rojas como nueva directora del Cobaep y unas pocas horas después de asumir el cargo, ha establecido que habrá “piso parejo” para las tres organizaciones gremiales que pelean la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo.

García Rojas se destaca por tener una trayectoria como asesora jurídica en diferentes dependencias públicas y ser candidata a maestra en derecho constitucional, lo que le da un matiz diferente para entender y respetar los complejos procesos legales que envuelven a la triada de sindicatos que luchan por ganar la adhesión de los trabajadores.

Y eso se notó de inmediato a su llegada, de la siguiente manera:

Este año surgió el Sindicato Independiente de Trabajadores del Colegio de Bachilleres encabezado por José Ángel Martínez Nolasco, que es hasta ahora la organización gremial más fuerte, ya que su nacimiento surgió como una urgente necesidad de que haya una agrupación que defienda los derechos laborales en la institución y en poco tiempo, no sólo consiguió el registro oficial, sino tiene de su lado a una quinta parte de las bases trabajadoras.

Teniendo esa condición, a los dirigentes de esta agrupación se les había negado el derecho de entrar a los 37 planteles que el Cobaep tiene en el estado y que sus más de 20 miembros que, forman parte de las comisiones sindicales, tengan el permiso correspondiente para dedicarse a tales actividades de tiempo completo.
 

El mayor atropello es que el anterior director del colegio, Arturo Rodríguez Ballinas, rompiendo con la neutralidad que debía mostrar, se dedicó a sabotear al nuevo sindicato. Una muestra de ello es que tardó 9 meses en otorgar una única reunión que hubo con José Ángel Martínez Nolasco.

Ahora esa condición ha cambiado radicalmente de la siguiente manera:
 

De manera sorpresiva Aurelia García Rojas asumió el cargo el 1 de diciembre pasado y el día 2 del mismo mes, es decir en menos de 24 horas, le concedió una primera audiencia al secretario general del nuevo sindicato, a quien le comunicó que se le autoriza entrar a los planteles del Coabep para entrevistarse con los trabajadores y se analizará la solicitud de licencia de los miembros del Comité Ejecutivo de dicha organización.

No obstante, aclaró que esas condiciones se extienden a las tres agrupaciones sindicales existentes en la institución.

Visto de otra manera: la dirección del Cobaep está dejando que sean lo trabajadores, no las autoridades del colegio, los que decidan cual de los tres sindicatos debe sobrevivir y quedarse con la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo.

La crisis laboral del Cobaep inició cuando fue electo Moisés Guerrero Gutiérrez como secretario general del Sindicato de Trabajadores del Colegio de Bachilleres, una condición que acabó siendo un suicidio para esta agrupación, ya que el nuevo dirigente no cumplió con los requisitos estatutarios de la organización y tiene 3 años sin gozar de toma de nota. Es decir, no tiene representación legal.

Guerrero Gutiérrez en lugar de retirarse y permitir que se convocara a un nuevo proceso electoral, se ha obsesionado con el cargo y está a la espera que se resuelva un litigio laboral, con el que reclama ser el representante gremial, pero del que todo mundo sabe que va a perder por no cumplir con la norma de elegibilidad para ser dirigente del sindicato en cuestión.

El estatuto marca que para ser dirigente del sindicato se necesita tener experiencia como miembro de la organización. Guerrero cuando fue electo, no tenía un solo día de militancia en la agrupación.

Con el paso de los meses, Guerrero Gutiérrez perdió legitimidad en las bases trabajadoras, por carecer se facultades legales para ser interlocutor ante las autoridades del colegio.

Una tercera agrupación se hace llamar Gente y está adherida a una federación sindical que representa a trabajadores se la educación de todos los niveles.

Es un grupo que vive en la marginalidad y no ha logrado penetrar en el ánimo de los maestros y personal administrativo. No obstante, está en la lucha por ser la instancia que represente a la base laboral de la institución de educación media superior más importante del estado de Puebla.

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