*
Miércoles, 24 de Abril de 2024

Dejan fuera de los padrones del SNTE 23 a cientos de seguidores del candidato opositor

24 Marzo, 2023
Fermín Alejandro García

El padrón de afiliados con derecho al voto es el lado débil, obscuro, de la elección del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que el martes, por primera vez, renueva a sus dirigentes con el sufragio directo y secreto de los docentes y del personal de apoyo. En el caso de la sección 23 del SNTE se ha detectado “un rasurado”, una eliminación de registros, de maestros y administrativos que simpatizan con el principal candidato opositor a la secretaría general del gremio, José Luis González Morales.

Y despierta la sospecha de que se estaría fraguando un fraude electoral a favor del candidato “oficial” Víctor Ortiz Flores, quien cuenta con el respaldo del dirigente saliente, Alejandro Ariza Alonzo, quien le puso todo el aparto del sindicato a su servicio.

Aún no sé sabe la dimensión de las anomalías en los listados de maestros y personal de apoyo a la educación que podrán sufragar el martes siguiente.

La noche del miércoles cuando se le entregó a cada planilla una copia del padrón electoral, que para el caso del SNTE 23 incluye el registro de 65 mil trabajadores activos, más 18 mil jubilados y pensionados, se detectó algunas de las siguientes anomalías:

Entre el personal de las oficinas centrales de la Secretaría de Educación Pública (SEP) hubo un par de irregularidades: no aparecen los nombres de docenas de empleados que, sospechosamente, simpatizan con la planilla que encabeza José Luis González Morales, el líder de la oposición ala corriente de Alejandro Ariza Alonzo.

Y lo que más llamó la atención es que sí se encuentran anotados varios nombres de trabajadores que ya están muertos.
 

En algunos casos se trata de sindicalistas que tiene hasta cuatro años de haber fenecido y no se puede considerar su inclusión como un error técnico, toda vez que el padrón se elabora con base a las nóminas del magisterio y que son avaladas, auditadas y depuradas por las secretarías de Educación Pública y de Finanzas del gobierno del estado.

Otra anomalía es que la mitad del personal que labora en la Coordinación Regional de Desarrollo Educativo de San Martín Texmelucan no están apuntados en listas de trabajadores administrativos y docentes que pueden votar.

Y una falla más o una trampa, es que muchos maestros tienen doblo o hasta triple registro, lo que hipotéticamente les permitiría sufragar más de una ocasión.

Visto de otra manera, si el Comité Electoral de aquí al próximo domingo, día en que se cierre el periodo de cambios en el padrón de afiliados, no hace los cambios pertinentes, en los comicios del martes habría “muertos” votando, profesores sufragando de manera tramposa dos o tres veces a la vez, sin contar que muchos trabajadores se quedarán sin la posibilidad de ejercer su derecho de participar.

De acuerdo con lo que estableció el árbitro de la contienda, los maestros que no están en los padrones tienen de plazo hasta el domingo para presentar una copia de su talón de pagos y su credencial de elector, acompañadas de una solicitud, para que se le incluya en el empadronamiento.

Sin embargo, se antoja poco probable por el escaso tiempo que queda, que se pueda corregir la mayoría de los vicios del padrón electoral.

O la inversa, parece que se entregó el padrón a las planillas “al cuarto para las doce” para que ya no haya tiempo de hacer los cambios pertinentes.

Tal situación plantea tres escenarios complejos:

Primero: en el hipotético escenario de que gane el candidato “oficial”, Víctor Ortiz, su triunfo carecería de legitimidad por la duda de que la mayoría de votos la habría alcanzado por las anomalías en el padrón electoral.

Sobre todo, si el resultado de la contienda es muy cerrado, tal como se está previendo que ocurrirá.

Segundo: de aquí al martes se va a crear un desanimo entre las bases magisteriales y surgirá la percepción de que no hay limpieza electoral, lo que se podría traducir en un alto abstencionismo el día de los comicios.

Se reforzaría la idea de que en el SNTE, hay todo, menos democracia sindical y que la organización no tiene la capacidad de renovarse.

Tercero: un posible fracaso en esta primera experiencia de democratizar al SNTE, le va a llevar a esta organización a divorciarse de sus bases laborales. Se acrecentará la percepción de que es un sindicato corrupto, anquilosado y mafioso.

El SNTE tiene que verse en el espejo del PRI, el otrora instituto político oficial, que por nada del mundo se quita el tatuaje en la frente de ser: el partido de la corrupción y el robo.

Vistas: 653