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Sábado, 4 de Mayo de 2024

Alejandro M., no es Harvey Oswald ni Mario Aburto

24 Abril, 2024
Fernando Maldonado

En noviembre de 1963 la policía detuvo a Lee Harvey Oswald, con el arma con la que terminó con la vida del presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy en Dallas, Texas y aún ahora cuando ya pasaron 62 años, existen dudas sobre la veracidad de la historia que conmocionó a ese país, y el mundo occidental.

El 23 de marzo de 1994, en el mismo sitio en el que cayó abatido el candidato priista a la presidencia de México en Lomas Taurinas, Tijuana, Luis Donaldo Colosio, fue capturado el homicida con el arma en la mano, un revolver .38, Mario Aburto Martínez y las dudas sobre si el Aburto de ese año es el mismo que se encuentra en el Cerefeso de Guanajuato.

La teoría de la conspiración abunda y entra por los resquicios de las mentes de la gente mas lúcida y equilibrada emocionalmente por varias razones sobre las cuales han teorizado especialistas en la conducta humana, sociólogos y politólogos y la conclusión es casi la misma: la especulación vende y ayuda.

El Alejandro M., de Teotihuacán está lejos de ser el Harvy Oswald que asesinó a JFK y de Aburto Martínez, ejecutor de Colosio pero el caso que rodea la hipotética amenaza de muerte en contra del candidato a la presidencia municipal de la capital de Puebla, Mario Riestra reúne las mismas características que los casos mencionados porque ocurre en medio de un panorama polarizado.

En el equipo del candidato de la coalición PAN-PRI-PRD se tiene la convicción de la existencia de la amenaza de muerte la noche del domingo y que no fue una sino dos ocasiones las que Alejandro M., advirtió de un costo de 15 mil pesos por la cabeza de Riestra.

La narrativa será difícil de ser probada porque en medio de una sociedad líquida como lo postulan estudiosos del fenómeno de masas, la falta de una evidencia en video lleva a concluir que el pasaje que pretende fortalecer la acusación, simplemente se desvanece, no existe.

El señalamiento directo en contra de un personaje de la política como Eukid Castañón, el panista que llegó a ser vice coordinador de la bandada legislativa panista en San Lázaro, como artífice de la amenaza a través de Mario M., fortalece la argumentación de la existencia de un clima de acoso.

Pero en medio de una batalla electoral como la que se vive en el territorio, el primer elemento que suele ser sacrificado es la verdad. Los casos en Dallas y Lomas Taurinas ilustran. El interés político en el que se encuentran dos facciones en pugna terminará por contaminar procesos como el que transcurre antes del 2 de junio.

Nadie gana con la existencia de un Alejandro M. (Harry Oswald de Texas; o Aburto en Tijuana), como presunto responsable de lanzar una advertencia tan cruda como el propio candidato a presidente municipal exhibió en sus redes sociales la noche del domingo pasado.

Al contrario, todos pierden porque desempolvar las mismas prácticas violentas utilizadas en la elección de 2018 en Puebla pega a los órganos electorales responsables de organizar los comicios, a los candidatos que buscan votos y al gobierno del estado como garante de la seguridad ciudadana.  

Y exhibe además una desmemoria que ofende tras la traumatizante experiencia que se padeció en aquella jornada y que sumió en una espiral de violencia y polarización al estado de la que apenas se podría salir.

 

@FerMaldonadoMX

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