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Jueves, 17 de Octubre de 2024

Fríos y cuestionados, los relevos de alcaldes en la Sierra Norte

17 Octubre, 2024
Fermín Alejandro García

Mientras en muchas regiones del estado el reemplazo de alcaldes ha provocado una sensación de cambio, de renovación, de esperanza de que mejoren las cosas; en varios de los municipios más importantes de la Sierra Norte de Puebla el relevo de los ediles fue recibido con escepticismo, con frialdad, con desánimo. Ya que, en Zacatlán, en Huauchinango y en Xicotepec de Juárez, entre otras demarcaciones, lo único que hubo fue el afianzamiento de viejos cacicazgos, en unos casos, y en otros la sensación de que “otra vez hay más de lo mismo”.

Lo novedoso es que este hartazgo lo está provocando la 4T, de la misma manera que apenas hace unos años lo hacían el PAN y el PRI.

Si hubiera un poco de sentido común en Morena y sus aliados se percatarían que muchos de los triunfos del pasado 2 de junio, por ahora, se pueden ver como trascendentes derrotas del PRIAN, pero esa opinión no la comparte la población al percatarse que la 4T no ha significado un remedio en contra de los cacicazgos.

En la 4T no se logra entender que muchos triunfos no fueron producto de los candidatos que postularon, sino al revés ese fue un factor de debilidad.

Morena ganó porque el PRI y el PAN registran un brutal rechazo de la población por sus malos gobiernos y porque en la contienda de este año, en muchos municipios, nominaron a aspirantes nefastos, algunos de ellos claramente vinculados con el crimen organizado. Además, porque la enorme popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador fue avasallante.

Para sostener lo anterior, solo hay que echar una revisión a lo que pasó esta semana:

Zacatlán: la impopularidad de un matrimonio

Zacatlán se ha convertido en pocos años en uno de los municipios con más flujo de turistas en el estado y uno de los territorios más violentos, con ejecuciones y asaltos en la vía pública.

Por eso la gente de Zacatlán recibió con desconcierto que Beatriz Sánchez Galindo rindiera protesta como la nueva alcaldesa, quien viene a suceder a su esposo, José Luis Márquez Martínez y a su primo político, Luis Márquez Lecona. Es decir, la misma familia está hilvanando tres gobiernos consecutivos.

En los últimos seis años en Zacatlán la violencia se ha agudizado, como nunca se había visto. Así como los escándalos de obras públicas caras y poco servibles. Eso ocurrió bajó los gobiernos de los primos Luis y José Luis Márquez. El primero llegó al poder bajo las siglas de Morena y el segundo del PRI.

Dicha circunstancia provoca que pocos ciudadanos se conmuevan ante el discurso de la nueva edil Beatriz Sánchez Galindo que prometió: “gobernaré de la mano de la gente”. Y que anunciara: “privilegiaré la transparencia y la rendición de cuentas”.

En las redes sociales hay usuarios que han reaccionado con enojo ante ese anunció al indicar: “¿A poco va a auditar a su marido y lo va a meter a la cárcel?” o “Cuál transparencia, si fue su marido el que saqueó al municipio”.

Y si, todo indica que en Zacatlán el único cambio que hubo es que José Luis Márquez abandonó al PRI antes de cumplir su tercer año de gobierno y se volvió de la 4T, para que al final su esposa pudiera ser candidata de Morena y la fuerza de la marca morenista sirviera para frenar al PAN.

Huauchinango: gobierno con olor y sabor a Ardelio Vargas Fosado

Rogelio López Angulo rindió protesta esta semana por tercera vez como alcalde de Huauchinango.

En torno a este nuevo mandato se observan dos cambios fundamentales:

Primero: entre 2008 y 2011, fue edil bajo las siglas del PRI y del PVEM; en 2021 volvió al cargo postulado por el Partido Nueva Alianza (Panal); y ahora, gana otra vez, pero nominado por Morena y el Panal.

Segundo: a diferencia de sus primeros dos mandatos, ahora repite en el cargo con el apoyo y respaldo de uno de los caciques más famosos del estado, Ardelio Vargas Fosado, el ex comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Vargas Fosado fue quien “le abrió la puerta de la 4T” a Rogelio López Angulo y a su propia hija, Guadalupe Vargas Vargas, pues ella luego de haber sido dos veces edil priista de Xicotepec de Juárez, en los últimos seis años, ahora es diputada local de Morena.

A muchos ya desanimó el arranque del gobierno de López Angulo, pese a llevar un par de días, porque salieron muchos funcionarios del trienio anterior.

Y curiosamente han ingresado nuevos personajes provenientes de los municipios de Xicotepec de Juárez, Venustiano Carranza, Juan Galindo y del estado de Hidalgo. Se especula que podrían ser recomendaciones de quien fuera directivo del INM.

Ejemplo: el nuevo secretario general del ayuntamiento de Huauchinango es Luis Gerardo Martínez Gómez, quien fue alcalde de Juan Galindo entre los años de 2014 a 2018.

Xicotepec: ni morenistas ni priistas se quieren acercar al alcalde

Carlos Barragán Amador fue dos veces alcalde de Xicotepec de Juárez bajo el cobijo del PRI y del exgobernador Mario Marín Torres, “el gober precioso”. Esta semana ha rendido protesta para un tercer mandato al haber sido postulado por Morena.

Su caso no solamente destaca por ser un tránsfuga del PRI y ahora un neo-morenista, sino por lo que antes decía, apenas hace unos pocos años, en que expresaba: “a Morena se lo fue lo peor del PRI”.

Y decía enfático: “No me iría a Morena porque –Andrés Manuel López Obrador– trabaja con las mentiras… él no puede ser un buen presidente para el país”.

“¿Por qué López Obrador tiene mucha popularidad?”, le preguntaron en una ocasión y contestó: “Porque sabe decir muchas mentiras… es un canijo muy hábil para los discursos… con él veo a México como Venezuela”.

Seguramente a Barragán ya se le olvidó su afirmación de que a Morena iba la escoria del PRI. Y ya no se ha de atrever a repetir las críticas a López Obrador.

A los que no se les olvida es comportamiento carente de pudor y de congruencia es a la población de Xicotepec de Juárez.

La mayor parte de los cuadros de la 4T de ese municipio no se han acercado a Carlos Barragán, porque lo ven como alguien ajeno al movimiento obradorista.

Y tampoco los priistas, porque lo ven como un traidor.

El ánimo que hay en Xicotepec de Juárez es que: “Va a ver más de lo mismo”.

 

clh

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