Le platiqué ayer del golpe mortal que recibirá el INEGI con el tijeretazo presupuestal del 29 por ciento menos de lo solicitado y 14 por ciento por debajo que el presupuesto del 2024, en pleno proceso para absorber el Coneval.
Para empezar no dimensionaron la importancia de la llamada Encuesta Intercensal, la cual sirve para generar proyecciones cada 10 años en medio del Censo Poblacional.
Desde 1995 se había llevado a cabo este ejercicio para dotar de información y certeza tanto a gobierno como a instituciones educativas.
Lo grave del asunto es que en todo el país desde agosto se habían contratado a figuras como el Líder del Proyecto, Coordinadores de Zona, Coordinadores Municipales, Analistas de Información, Soportes Informáticos Municipales, Instructores de Zona y en noviembre a Responsables de área, quedando pendientes para este mes de enero a Supervisores y Encuestadores.
Es más, en plena capacitación a mediados de diciembre cayó como bomba que el proyecto se cancelaba, que los contratos fenecían el 31 de diciembre y no habría recontratación, que en caso de hacerse la Intercensal sería con otro nombre y con el 40% del personal que se tenía considerado originalmente.
Esta versión fue dada por figuras menores, pues la responsable de la Encuesta Intercensal, Erika Nalleli López Valdivia, subdirectora Estatal de Estadística Sociodemográfica ni el Coordinador Estatal de Puebla, y Mario Daniel Ignacio Gómez Soberón, dieron la cara, ni un comunicado interno, ni una explicación al respecto.
Sólo los administrativos realizaron los trámites pertinentes para la extinción de los contratos, la entrega de material y equipos.
A nivel Dirección Regional Oriente (Puebla, Hidalgo, Veracruz y Tlaxcala) esta cancelación abrupta repercute en la no recontratación de cerca de 1,500 trabajadores eventuales.
Todo este largo preámbulo implica entonces la cancelación de uno de los proyectos base del INEGI ¿Qué sigue? Ya en el interior del instituto se maneja la versión de que éste habrá de ser extinguido al igual que CONEVAL o que será fusionado, pero todo son trascendidos toda vez que, las autoridades del mismo en Puebla no han dado explicación ni entrevista alguna.
Lo anterior representa una falta de respeto, pues hay personal que llevaba más de 20 años participando en los censos y encuestas, verdaderamente preparado, mientras los pocos que quedaron en otros proyectos hay trabajadores con la secundaria o preparatoria como máximo nivel de estudios, a pesar de la complejidad de la información que se genera con indicadores económicos.
Es decir, se ha vuelto una maquila de información sin análisis ni comprensión de la misma.
Y si al gobierno federal no le parece importante la generación de información, ¿a quién le importará?
clh
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