El panorama agrícola de México en 2025, enfrenta una coyuntura crítica, marcada por una
disminución significativa en la producción agrícola particularmente en el noroeste del país, escasez
de agua, fluctuaciones de precios internacionales de los granos, así como una notable falta de
apoyo público a la producción y rentabilidad.
Junto con otros factores, como la creciente presencia y dispersión de plagas y enfermedades y
fenómenos ambientales más drásticos, amenazan la rentabilidad de cultivos esenciales y la
seguridad alimentaria del país, dijo César Ocaña Romo, Director de la empresa consultora Nexus
Agronegocios.
El Ingeniero Agrónomo y Especialista en análisis agroalimentario señaló que según previsiones
oficiales, en 2024 se tuvo una reducción de más del 15 % en la producción de maíz blanco con
relación al año anterior, lo que regresó a este cultivo a niveles de hace 10 años, lo que implica una
caída significativa en el alimento principal de los mexicanos.
Indicó que según expectativas del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), para
el 2024, se espera una producción de esta variedad de maíz, de aproximadamente 20 millones 594
mil toneladas, mientras que en 2023 se produjeron 24 millones 346 mil toneladas, lo que
representa una caída aproximada de 15.4 %.
Esta caída en la producción de maíz blanco regresa a nuestro país a niveles del 2014, año en el que
se cosecharon 20 millones 710 mil 883 toneladas de maíz blanco, señaló Ocaña Romo.
Dijo que para este año se tiene una reducción de entre el 85 % y 90 % en la superficie de siembra
de maíz en Sinaloa, lo que representa un gran reto, ya que esa entidad es el granero de México
con 20 % a 25 % de producción anual del grano blanco, ya que de una producción -en 2023- de 24
millones 247 mil 467 toneladas, se produjeron 6 millones 591 mil 166 toneladas.
El panorama se complica aún más con el debate sobre el maíz transgénico, exacerbado por la
reciente pérdida en el Panel de Controversia del T-MEC.
“A pesar de la prohibición del consumo humano directo de maíz genéticamente modificado por su
presunto impacto en la salud humana, la política parece concentrarse en la protección simbólica
del maíz criollo y la biodiversidad, sin abordar los problemas estructurales que enfrentan los
campesinos: pobreza, bajos rendimientos y acceso a mercados rentables”, señaló.
Otro de los grandes retos lo representa la producción de trigo para este 2025, ya que se registra
una caída de 66 % en la siembra de este grano en Sonora, lo que representa un gran peligro, ya
que es la principal entidad productora con un millón 994 mil 573.76 toneladas en 2023, lo que
significó el 57.38 % de la producción nacional de ese año.
En términos generales, la producción de trigo en México se prevé que caiga más de 24 %, al pasar
de tres millones 476 mil toneladas en 2023 a dos millones 634 mil toneladas en 2024.
Lo anterior se vuelve más complicado porque México, tiene un déficit en la producción de trigo
harinero, pues su producción sólo satisface el 25 % de los requerimientos nacionales, por lo que
importa trigos panificables de Estados Unidos y Canadá, entre otros países.
César Rafael Ocaña preciso que en conjunto estos elementos pintan un cuadro complejo para el
sector agroalimentario de México hacia 2025, siendo imperativo que las políticas públicas adopten
un enfoque más holístico que no solo responda a los desafíos actuales, sino que también anticipe y
mitigue futuros problemas.
clh
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