El apunte en la “mañanera del pueblo”, que preside la Presidenta Claudia Sheinbaum, del Secretario de Seguridad Pública Federal, Omar García Harfuch, es categórico al resaltar la importancia del golpe contra “La Mayiza” –“El flaco” Mayo Zambada-, Cártel de Sinaloa, durante los operativos ejecutados el pasado domingo en Puebla y Tlaxcala.
Dijo que fueron asegurados dos laboratorios de metanfetaminas, drogas y armas pertenecientes a un grupo criminal originario de Sinaloa.
Por otra parte, el titular de Seguridad Pública en el Estado, Vicealmirante Francisco Sánchez González, fue claro al señalar que “sí hay indicios de más narco-laboratorios en Puebla”.
Asentó que hay investigaciones en curso para desmantelar narco-laboratorios en el estado, ya que su presencia estaría en la Mixteca, zona colindante con Guerrero, reservándose nombres de los municipios identificados.
Lo anterior lleva hacer un breve recuento de las acciones que emprendieron contra la delincuencia organizada los exgobernadores Rafael Moreno Valle, José Antonio Gali Fayad, Miguel Barbosa Huerta y Sergio Salomón Céspedes.
Resulta que con Moreno Valle, de abril 2013 a enero 2017, se abrió la “Puerta de Alcalá” al huachicol con Facundo Rosas Rosas al frente de la Secretaría de Seguridad Pública.
Fue tal el descaro que la gasolina –extraída de los ductos de Pemex- se vendía a plena luz del día en las autopistas Puebla-México, Puebla-Veracruz, Puebla-Atlixco, en mercados y tianguis.
Y resulta que ninguna autoridad estaba enterada.
Ello se ejemplifica cuando en 2015 elementos del Ejército Mexicano detuvieron al Director de la Policía Estatal, Marco Antonio Estrada López y a Tomás Méndez Lozano, jefe del Grupo de Operaciones Especiales –GOES-, cuando custodiaban un convoy de camionetas que transportaban bidones con gasolina al transitar por la carretera a Tepeaca.
La ceguera de los gobiernos federal, estatal y municipal propició el ingreso de grupos criminales que llegaron para quedarse.
Con Galia Fayad, sucesor de Moreno Valle, gobierno de dos años, 2017-2018, no hubo variación alguna, pues la mano morenovallista es la que continuaba mandando en Casa Puebla.
Durante la inconclusa gestión de Miguel Barbosa Huerta –falleció el 13 de diciembre de 2022-, ganó la elección extraordinaria de junio 2019 para el periodo del 14 de diciembre 2019 al 14 de diciembre 2024, se acentuó la disputa de los cárteles por la plaza de Puebla.
Los Rojos se asentaron en La Mixteca y el cártel Jalisco Nueva Generación, como el de Sinaloa, se repartieron el territorio poblano.
En los hechos Barbosa “gobernó de oídas”, pues su visibilidad era casi nula, además le habían amputado una pierna, lo que derribó que gobernara desde Casa Aguayo y a través de su “burbuja”: su esposa Rosario Orozco, su primo hermano Julio Huerta Gómez y su jefa de prensa Verónica Vélez.
Ellas y ellos eran quienes mandaban en Puebla.
Aunado que Barbosa trajo al Fiscal de Chiapas Raciel López Salazar para instalarlo en la Secretaría de Seguridad, y con él llegó una panda de chiapanecos para ocupar los mandos medios de la Secretaría de Seguridad, como de los principales municipios, además de las direcciones de los penales del interior del estado.
Un año -2020/2021- que el “Grupo Chiapas” tuvo el control de la seguridad en Puebla, que desencadenó en extorsiones, narcomenudeo y cobro de piso.
Así, Puebla se convirtió en tierra de nadie.
Ejemplo de ello fue el caso del bebé muerto dejado en un contenedor del penal de San Miguel, que se presume fue utilizado para introducir drogas.
SALOMÓN CÉSPEDES NEGÓ LO INNEGABLE
Con el arribó de Sergio Salomón Céspedes Peregrina a la gubernatura sustituta, 2022-2024, nada cambió en la seguridad -que ya era inseguridad-, mucho menos en el combate a los cárteles del narcotráfico.
Prueba de ello, –este espacio lo publicó el 6 de noviembre de 2023-, fue la revelación de “El Mini Lic”, Dámaso López Serrano, a Proceso:
“Muchos de los laboratorios de fentanilo de Sinaloa se mudaron a Puebla”.
Quiere decir que durante 2023, 2024 y enero de 2025 el fentanilo se producía –o continúa elaborándose- en Puebla.
Y Salomón Céspedes “lo desconocía”.
Al igual que su Secretario de Seguridad, Daniel Iván Cruz Luna, que fue designado en el cargo por Barbosa Huerta y el gobernador sustituto lo ratificó.
Lo anterior lleva a dimensionar –para Puebla y los poblanos- el trabajo de inteligencia y operativos del Secretario de Seguridad Pública Federal, Omar García Harfuch, que en coordinación con la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional, desembocó en la captura de 14 integrantes del Cartel de Sinaloa, destrucción de dos laboratorios y decomisó de armas en Puebla y Tlaxcala.
Aunado a la detención en San Martín Texmelucan de “El Lic”, Carlos Tomás Díaz Rodríguez, jefe del cártel La Barredora en Tabasco, el pasado 22 de enero.
Con el agregado del titular de Seguridad Pública Estatal, vicealmirante Francisco Sánchez González, quien adelantó que ya están ubicados más narco-laboratorios en la Mixteca.
Por ello, vale la interrogante:
¿Moreno Valle, Gali Fayad, Barbosa Huerta y Céspedes Peregrina… fueron omisos ante la incursión de los cárteles a Puebla?
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