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Sábado, 29 de Marzo de 2025

La familia Rivera Vivanco

20 Marzo, 2025
Alejandro Mondragón

El año pasado, tras la muerte de la regidora Ana Laura Martínez Escobar, su pareja -durante más de 30 años- Eloísa Vivanco Esquide promovió un juicio como concubina para poder cobrar su pensión.

Ganó el juicio y le fue concedida. El monto de la pensión es irrelevante, pero eso comprobaría que Claudia Rivera Vivanco cometió nepotismo, durante su gestión como alcaldesa.

Incluyó a Ana Laura en su planilla y fue regidora durante dos periodos. Claudia tiene miedo de que esto se descubra porque en caso de denuncia podría ser inhabilitada. 

Aunque se desconocen los detalles del juicio puedo decirle que lo inició entre agosto y diciembre de 2024, y que el encargado de armarlo fue el abogado que Eloísa tenía designado para uso de la Comisión Nacional de Honor y Justicia del Comité Ejecutivo Nacional de Morena.

Entre 2021 y 2024, sin que ninguno de los hermanos Rivera Vivanco tuviera cargo o trabajo (sólo hacían campaña para Claudia) adquirieron una serie de departamentos en la 19 Norte 1403 a unas calles de su casa de la 6 Poniente. 

Ahí la propia Eloísa y Ana Laura compraron dos departamentos en los que estuvieron viviendo hasta la muerte de la regidora. 

En el mismo periodo, también Roberto Zatarain y Mayte Rivera adquirieron otras propiedades en el edificio NOVEVEN en el centro de Puebla (9 norte 225).

Quizá habrá que mostrar ya la punta del icerberg morenista con la impoluta Rivera Vivanco:

A la empresa de geolocalizadores Mundo Tecnologico Poblano S.A. de C.V. se le que otorgó un contrato, en la gestión de Rivera Vivanco, por 8 millones 189 mil 650 pesos, para la colocación de mil GPS al parque vehicular, en un contrato firmado por aquel entonces Secretario de Administración, hoy regidor Leobardo Rodríguez Júarez y dos mujeres más, obvio palomeado por el aquel entonces Coordinador de Proyectos Estratégicos Andres García Viveros, sí, aquel que fue acusado por acoso sexual, y ahora labora en la Cámara de Diputados federal.

Dicha empresa era representada por Jorge Alfonso Abrajan Merino y su domicilio fiscal era Blvd. Atlixco #93 Int.201, Col. La Paz.

Sus oficinas eran un inmueble que llevaba más de tres años en renta, o sea cuando fue firmado el contrato, dichas oficinas no existian, ni nunca existieron.

Lo peor es que los GPS jamás se colocaron al parque vehicular. Hay documentos oficiales que confirman que simularon la operación para chingarse el dinero del erario.

Pronto más detalles.

 

clh

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